Ford y Volkswagen tiran la esponja con el auto autónomo. Y es que ambas marcas han decidido abandonar su participación en Argo AI, una start-up de conducción autónoma e inteligencia artificial, en cual habían invertido fuertemente.
Eran los dos principales inversores en una incipiente empresa que llegó a valorarse en 7000 millones de dólares. Hoy, según cuenta TechCrunch, Ford y Volkswagen cierran Argo AI y se reparten sus activos, así como algunos de sus empleados.
La iniciativa al parecer la tomó Ford que no ve en la tecnología del auto 100% autónomo una rentabilidad a medio plazo y sí un pozo sin fin para sus finanzas. Según los últimos balances trimestrales de la firma, esta inversión ha provocado en sus cuentas un agujero de 2700 millones de dólares.
A ello se suma la incapacidad de Argo para cumplir con los plazos de llegada al mercado de la tecnología de conducción autónoma. Según recordó el CEO de Ford, Jim Farley, dicha compañía preveía ser capaz de introducir la tecnología de los vehículos autónomos en 2021.
La decisión de Ford estaría también dada por la necesidad de proponer cuanto antes una ayuda a la conducción de Nivel 2 tan avanzada como lo son el AutoPilot de Tesla y el SuperCruise de General Motors, inaugurado en los Cadillac.
“Los vehículos rentables y totalmente autónomos [de nivel 5] a gran escala están muy lejos y no necesariamente tendremos que crear esa tecnología nosotros mismos”, argumenta Farley.
Por su parte, Volkswagen, el otro inversor principal de Argo AI, también indicó que dejaría de invertir en Argo AI. El grupo alemán utilizará su empresa de software Cariad para impulsar el desarrollo de la conducción altamente automatizada y autónoma junto con Bosch y, en el futuro, en China con Horizon Robotics.