Los fabricantes automotrices de se ajustan para nuevas y estrictas reglas de emisiones que favorezcan a los vehículos eléctricos, esto en el caso que el candidato presidencial demócrata Joe Biden llegue a la Casa Blanca.
Biden y el presidente Donald Trump necesitan más que nunca los votos de los trabajadores automotrices en los estados del medio oeste como Michigan y Ohio, y ambos dicen que quieren que los fabricantes de automóviles creen más empleos a nivel local, en lugar de hacerlo en países como México o China.
Pero a partir de ahí las políticas de Trump y Biden para el campo automotor divergen mucho, lo que representa para los fabricantes un conjunto de riesgos y/o ventajas muy diferentes.
En caso de vencer Biden, se espera que se restablezca rápidamente la base legal de las reglas de vehículos de cero emisiones de California y comience el proceso de revertir la decisión de la administración Trump de facilitar los requisitos de eficiencia de combustible y emisiones de carbono hasta 2025.
Los fabricantes también podrían enfrentarse a sanciones mucho más altas por el no cumplimiento de los requisitos de eficiencia de combustible, como ocurre en Europa. La administración del actual mandatario Donald Trump revocó esas sanciones, que según la industria ahorraron al menos US$ 1.000 millones en costos de cumplimiento anuales, aunque una corte federal de apelaciones revocó en agosto la acción de la administración.
Pero de llegar a la Casa Blanca y concretar su plan verde que así suena contrario a los intereses de la industria, Biden ofrece buenas compensaciones. Bajo el mandato Trump, la Casa Blanca rechazó los nuevos créditos fiscales para los vehículos eléctricos y facilitó la venta de SUVs con motores a combustión y que consumen mucho combustible. Biden promete nuevos incentivos fiscales que incluyen reembolsos para comprar vehículos eléctricos y una expansión nunca antes vista de las estaciones de carga para vehículos eléctricos, medidas políticas que los fabricantes han defendido durante mucho tiempo.
Días después de que Trump ganara las elecciones de 2016, el grupo comercial que representa a los principales fabricantes de automóviles en Washington le pidió que reconsiderara los estándares de eficiencia de combustible propuestos por la administración saliente de Obama y respaldados por California y otros estados costeros.
Ahora, la industria está dividida. Ford, Honda, el Grupo Volkswagen y otros llegaron a un acuerdo de compromiso con California sobre los requisitos de emisiones, mientras que General Motors, Toyota y Fiat Chrysler Automobiles se pusieron del lado de Trump en un esfuerzo por anular a California y reducir los requisitos de emisiones.
Una buena pregunta es si los fabricantes que respaldaron la reversión de Trump continuarán su lucha legal en los tribunales en caso de que pierda su candidatura a la reelección. John Bozzella, quien dirige un grupo comercial de la industria automotriz, dijo en un comunicado que los fabricantes de automóviles están “comprometidos con un futuro más limpio, seguro e inteligente y entendemos la importancia de trabajar con todas las partes para lograr estos objetivos”.
Si Biden concita a “todas las partes” efectivamente tiene el triunfo al alcance. Pero una vez concretada la eventual victoria, los grupos y sindicatos ambientalistas querrán roles más prominentes en la determinación de la política automotriz. En síntesis, si Biden gana todo apunta a que EE.UU. crecerá enormemente y como nunca antes en la era de la electromovilidad.
Ahora sí, quién ganará...
Fuente: Reuters.