BMW M3 Sedán y BMW M4 Coupé: hasta 510 caballos para una cuidada fórmula bávara
Después de múltiples adelantos y de una filtración de por medio, el constructor de Múnich introdujo los deportivos que comparten el motor biturbo seis cilindros en línea de 3.0 litros de cubicaje.
No resultó como estaba estipulada la programación de destapes de los nuevos BMW M3 y BMW M4, o al menos el asunto perdió sorpresa. Claro, porque si el fabricante germano se había esmerado en ir develando poco a poco los detalles de su más flamante binomio, ayer una serie de fotos filtradas previo a la revelación terminó por viralizarse y aguar en parte la fiesta a la marca. De todos modos, la noticia es la misma: la división M de BMW pone lo mejor de su ingeniería en los cuerpos del M3 y el M4 que ahora trabajarán en dos escalas de potencia: 480 y 510 caballos.
Tanto el BMW M3 Sedán, que en el mediano plazo tendrá un hermano de carrocería Touring, como el M4 Coupé de dos puertas estarán en dos versiones ‘de acceso’ y dos aún más radicales que BMW M acostumbra a llamar Competition. En ambos casos, la unidad alimentadora es un motor bencinero twin turbo de seis cilindros en línea y 3.0 litros, pero que de base rinde 480 caballos y 550 Nm de par y pega el estirón a los 510 Hp y 650 Nm de torque en el binomio más visceral M3 Competition y M4 Competition.
Junto con la diferencia en potencia, también se establecen carriles paralelos a nivel de transmisión. Los motores de 480 Hp se ligan a una caja manual de seis relaciones, en tanto que el bloque de 510 caballos se parea con una transmisión automática de ocho marchas. Por defecto toda la gama M3 y M4 es de tracción trasera, aunque nuevamente los Competition pueden equipar opcionalmente la tracción total xDrive, desconectable para vivirlo igualmente como un vieja escuela. Según catálogo, los M3 y M4 rasos -los dos de caja manual y 480 Hp- alcanzan los 100 km/h en 4,2 segundos, mientras los Competition (510 caballos y AT8) lo logran en 3,9 segundos. Todos están limitados de fábrica a los 250 km/h.
Sobre estos modelos de la Serie 3 y Serie 4 con trato de BMW M se calzaron llantas ligeras forjadas de 18″ adelante y 19″ que solo en los modelos Competition xDrive saltan a 19″ adelante y 20″ en las ruedas traseras. El paquete opcional M Race Track disponible en todo el portafolio ofrece una reducción de peso que bordea los 25 kilos, gracias a frenos carbocerámicos, llantas específicas y respaldos de asientos de fibra.
Desde que eran bosquejos, surgieron en internet diversas críticas respecto de la parrilla doble riñón de ambos modelos, algo que BMW ideó en el Serie 4 Coupé como un guiño al viejo 328 de los años 30 y que, según se explica, aporta muchísima refrigeración al motor 3.0 litros de doble turbo.
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