El pasado 10 de noviembre, salió de las líneas de ensamblaje el último V8 de BMW “made in Germany”. Con ello, el fabricante bávaro ha finalizado la fabricación de motores de combustión interna en su planta principal de Múnich.
De ahora en adelante, la fábrica de Hams Hall, en Reino Unido, se encargará de la producción de los motores de 12 y 8 cilindros que se hacían en dicha planta, en tanto que los motores más pequeña nacerán en Steyr, Austria.
Ahora bien, hay que dejar claro que BMW apostará por una convivencia entre motores de combustión y eléctricos, sin poner aún una fecha concreta al final de la comercialización de modelos térmicos en la marca como en otros casos.
De esta forma a partir de ahora la planta de Múnich de BMW se centrará en la producción del BMW i4 100% eléctrico que lleva en la planta desde 2021, además de ser en el futuro próximo el lugar de nacimiento de los nuevos eléctricos Neue Klasse.