Burt Reynolds al volante de un Pontiac Firebird Trans Am distrayendo a los policías mientras su cómplice contrabandea de un estado a otro un camión lleno de cervezas. Es la trama central de la película “Dos pícaros con suerte” (“Smokey and the Bandit”) donde el mítico vehículo cobraba un papel protagónico que le significaría transformarse en uno de los preferidos por los fanáticos de los muscle car americanos. Eso hasta que en 2010 la compañía cerró a consecuencia de la quiebra de la gigante General Motors y del posterior rescate del gobierno estadounidense. No pocos lloraron a la octogenaria firma de Detroit.

Pero los días en el olvido del Pontiac Trans Am, uno de los clásicos de la firma, acabaron en 2016. Y fue nuevamente de la mano del fallecido Burt Reynolds. El célebre actor, que murió este jueves en Florida, ayudó a dar vida a una serie especial de colección del vehículo. Se trató de una partida de 77 de unidades Pontiac Trans Am SE Bandit Edition, que se pintaron de color negro con un llamativo ave fénix en llamas dorado sobre el capó.

Pontiac Trans Am

La entusiasta estrella hollywoodense participó en el proyecto tanto en la creación como en el desarrollo del deportivo, al punto de que se le encargó dar el visto bueno a cada uno de los elementos del auto para que fuera lo más fidedigno posible a aquel de la pantalla grande. Con llantas y líneas doradas como el auto original, además se le dotó de un salvaje motor V8 small block que generó 840 caballos de potencia.

Con el objetivo de que cada unidad alcanzara incluso más valor comercial, los vehículos construidos recibieron la firma del mismo Burt Reynolds. Ahora, tras su fallecimiento, seguramente serán auténticas piezas de culto.

Para que te hagas una idea, te invitamos a revisar el siguiente video protagonizado por Reynolds.