Salimos desde Chile el pasado 12 de agosto con destino a Shenzhen. La ciudad del sureste de China, frontera directa con Hong-Kong, es una urbe algo desconocida en Occidente, pero de enorme relevancia en la industria automotriz.
Tras casi 40 horas de viaje, llegamos a la ciudad donde se fundó en 1995 la marca BYD. Por aquellos años era una empresa que proveía baterías a celulares, pero hoy es uno de los fabricantes con mayor crecimiento en el mundo.
BYD al mundo de los automóviles asomó recién en 2005, cuando estrenó el F3. En menos de 20 años se convirtió en el fabricante global que ha sacado más vehículos de cero y bajas emisiones al mercado, de hecho, el pasado 9 de agosto anunció la producción de su unidad 5 millones de vehículos de nuevas energías como le gusta a BYD llamar a los vehículos electrificados (híbridos y eléctricos).
Pero la visión del fabricante va más allá de sumar y sumar autos en las calles, es más, su foco ni siquiera lo cierra a los vehículos, sino a desarrollar una movilidad más sustentable en base a los avances de tecnología, lo que lleva a algunos a decir que los rivales de BYD no serían Toyota, VW o Tesla, sino Apple o Amazon.
De ahí que el objetivo macro no sea solo liderar ranking automotrices, sino apoyar la transición hacia un futuro más ecológico, colocándose la camiseta de los que buscan enfriar la Tierra en 1°C para mitigar los efectos del cambio climático.
Por ahora los resultados son más que positivos. Con más de 1,5 millones de unidades vendidas entre enero y julio de este año, se ha consolidado como una de las marcas más importantes del planeta, se situó en el puesto 212 de la lista Fortune Global 500 2023 (subió 224 lugares en un año) y el desafío ahora es abrir fronteras y expandir su filosofía a otros mercados, puesto que menos de 100 mil unidades son las que se han exportado este año. Y en ese plan de vuelo Latinoamérica tiene el billete dorado.
Al ritmo de la samba
A solo cinco años de haber estrenado su primer auto, en 2010 BYD salió a la conquista de nuevos mercados.
La introducción de buses y taxis eléctricos ha sido su gran plataforma para entrar en nuevos países, proceso del que nuestro país ha sido actor relevante y donde ya cuenta con cerca de un millar de unidades circulando por calles nacionales desde las primeras que arribaron en 2016. Es tal la importancia de Chile con los buses eléctricos que se acaban de estrenar a nivel regional en nuestro país los primeros buses de dos pisos recargables.
El transporte público sirvió en entrada para que la marca se diera a conocer, para mostrar su tecnología, para entregar tranquilidad en la ciudadanía, especialmente en países como el nuestro, donde la marca había comercializado vehículos de pasajeros, pero se había marchado por decisión conjunta con los ocasionales representantes (Inchcape e Indumotora).
Hoy el presente de BYD es otro. Atrás quedaron esos modelos que se movían solo por motores a combustión, de diseños básicos y equipamiento simple y hoy solo construyen vehículos de nuevas energías, line-up que se espera también empezar a producir en Sudamérica, puesto que la marca confirmó su desembarcó en Bahía, Brasil, para levantar tres fábricas en Camaçari, a 50 km de Salvador.
“Este es un momento extremadamente importante para BYD en América”, comentó Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD y CEO de BYD Américas, agregando que “estas nuevas fábricas en Bahía traerán innovación y los más altos estándares en tecnología, esto permitirá la introducción y aceleración de la electromovilidad en el país, un movimiento clave para combatir el cambio climático y realmente mejorar la calidad de vida de las personas”.
Con una inversión de más de 3.000 millones de reales, el complejo que estará listo en 2024 constará de tres unidades.
La primera será para la producción de chasis para buses y camiones eléctricos. La segunda producirá automóviles híbridos y eléctricos, con una capacidad estimada de 150.000 unidades al año en la primera fase, y la tercera estará centrada en la transformación de litio y fosfato de hierro, y abastecerá al mercado mundial, utilizando la infraestructura portuaria existente en el emplazamiento.
La presencia de BYD no estará cerrada al país de la samba. Por lo pronto, se habla de otra instalación que podría estar en México o Colombia, a lo que se sumará la fábrica que se levantará en Antofagasta, donde se realizará una inversión de 290 millones de dólares.
La instalación en el Norte Grande de Chile, locación que visitaron ingenieros de la marca hace unas semanas, servirá para construir cátodos de litio para las baterías de sus vehículos en una zona más cercana a los yacimientos más grandes del mundo del denominado oro blanco.
El crecimiento
La apuesta de BYD para crecer va por el lado de la seguridad y la tecnología. Es lo que recalcan con insistencia desde la marca en nuestra visita a Chenzhen, donde tomamos parte del BYD e-Journey, una invitación a conocer más a fondo al fabricante chino.
Presentes en industrias como la electrónica, automotriz, nuevas energías y transporte ferroviario, la filosofía de la marca es siempre orientarse a la innovación.
En este aspecto trabajan muy fuerte. En 2022, el gasto en I+D superó los 20 mil millones de RMB, esto es más de 2.700 millones dólares, una cifra colosal que aumentó más de 90% respecto del año pasado. Y los resultados están a la vista, con más de 90 mil personas que piensan y crean nuevos productos, quienes han solicitado más de 40 mil patentes de innovaciones, con más de 28 mil aprobaciones.
El terreno automotor es uno de los grandes ganadores con esta inversión multimillonaria, destacando el desarrollo de tecnologías pioneras como la exclusiva batería Blade, el sistema híbrido DM-i sobre el que están modelos como el Song Plus, la e-Platform 3.0, la tecnología de celdas CTB, la plataforma e4 para nuevos modelos y el sistema inteligente de control de carrocería DiSus que se develó con la marca Yangwang. Además, la inversión propia le ha permitido a BYD convertirse en la única marca que tiene control absoluto sobre el proceso de fabricación, ya que construyen desde los motores a la carrocería, pasando por todos los elementos que dan forma a un vehículo, lo que le permite independencia externa, situación que ayudó de manera fundamental en el último año, donde la gran mayoría de los fabricantes sufrió por problemas logísticos y de proveedores con la guerra en Ucrania.
Todo este crecimiento le permitió a BYD ampliarse también hacia públicos más específicos con la aparición de nuevas submarcas.
Bajo el alero de BYD se mantienen las series Ocean (con los Dolphin, Seal y Seagull) y Dinasty (Han, Tang, Song y Yuan), mientras en paralelo se ubican las prima hermanas YangWang (U8 y U9), la lujosa Denze (N°7) y ahora la nueva FangCheng Bao.
El estreno de esta nueva marca se hizo en un gran evento en los cuarteles generales de BYD en Chenzhen.
Presentada por el mismísimo Wang Chuanfu, el fundador y Presidente de BYD, quien fue ovacionado como una estrella de rock al subir al escenario, FangCheng Bao significa Fórmula Leopardo y apuesta por instalarse como una alternativa en el segmento de los todoterrenos.
El primer modelo de esta nueva marca será el Bao 5 (o Leopard 5), un todoterreno con tecnología super híbrida. En la ocasión también se presentaron los prototipos Bao 8 y Bao 3.
El SUV Bao 5 tiene la particularidad de hacer debutar la nueva plataforma híbrida DMO, donde la letra “O” responde al concepto de todoterreno.
Esta base dispone de una tecnología híbrida con cuatro motores eléctricos que reciben apoyo de un motor Xiaoyun de 1.5 T o 2.0 T, alcanzando una potencia que supera los 500 kW (670 Hp), potencia que es comparable a un motor de 5.0 litros en un auto de combustión interna. El torque en este caso también es brutal, con 760 Nm, mientras el paso de 0 a 100 km/h se puede lograr en 4,8 segundos.
Y así como se avanza en capacidad y dinamismo, la marca también desea ofrecer una experiencia diferente al volante.
En este caso, se anunció una exclusiva aplicación de karaoke desarrollada junto a Stingray, la cual admitirá docenas de idiomas, con un enorme catálogo de canciones.
“Estamos entusiasmados por hacer que el conducir vehículos BYD sea más divertido y social. A todo el mundo le encanta cantar en el auto y la exclusiva aplicación de karaoke de Stingray con su extensa biblioteca de canciones son perfectas para los conductores y sus pasajeros”, comentó Stella Lee.
Para aumentar la seguridad, se desactivará el desplazamiento del texto de karaoke cuando el vehículo esté en movimiento. Además, para hacer más simple su uso, se creó una app para pasajeros donde podrán ver en los equipos móviles letras, seleccionar canciones, avanzar rápido, mientras se escucha la música a través del sistema de audio del vehículo.
Es la nueva frontera de BYD, una marca que abrió sus alas y espera consolidar a nivel global el crecimiento interno en base a una apuesta innovadora, tecnológica y lúdica. Veremos si en Chile logra los resultados esperados.