El reciente fin de semana, uno de los videojuegos más populares del mundo, Call of Duty, abrió gratuitamente su experiencia de juego para apoyar y ofrecerles una alternativa de entretención a las personas que se quedaban en casa por el Covid-19. En la ocasión, la franquicia desarrollada por Infinity Ward permitía que todos los jugadores disfrutaran gratis de las partidas multijugador. Para eso, solo era necesario descargar Call of Duty: Warzone.

Pero Call of Duty no solo hizo noticia estos días por esa opción que abría el número de jugadores, ya que en Estados Unidos el videojuego ganó una de sus batallas más largas, la cual estaba relacionada con la imagen de un vehículo militar, el Humvee. El videojuego, para darle realidad a la historia, utiliza el mismo todoterreno del ejército de Estados Unido, sin embargo, el fabricante AM General levantó hace tres años una demanda por la representación de su licencia sin consentimiento.

Según indica el sitio The Verge, el fabricante militar perdió la batalla legal, luego de que un juez dictaminara que si la compañía decide enviar sus vehículos a la guerra, es justo también que lo representen en videojuegos.

El motivo sería la representación de la realidad y como indica el sitio, el juez George Daniels, los juegos de Activision pasaron la “prueba de Rogers”, refiriéndose a un fallo de la década de 1980 sobre el uso de nombres de marcas registradas en obras artísticas. “Era metafísicamente posible para Activision (el distribuidor) haber producido videojuegos sin la presencia de Humvees”. Sin embargo, la sensación de realismo de Call of Duty cumple un propósito que va más allá de comercializar con Humvee. “Si el realismo es un objetivo artístico, entonces la presencia en los juegos de guerra modernos de vehículos empleados por militares reales indudablemente promueve ese objetivo”.

Otro motivo que incidió la balanza hacia el juego de guerra es que supera lo que se conoce como "factores Polaroid", los que determinan si el uso de una marca confundirá a los consumidores.

"En pocas palabras, el propósito de AM General al usar su marca es vender vehículos a los militares, mientras que el propósito de Activision es crear videojuegos de guerra modernos que simulen de manera realista para que los consumidores los compren".

Es por eso que el juez también determinó que no había riesgo de que los consumidores se confundieran entre los negocios de AM General y Activision, el estudio que produce la franquicia Call of Duty. No hay riesgo de que el cliente objetivo de AM General, el mundo militar, confunda Activision para el fabricante de automóviles.