Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Eso precisamente pensaron los creadores de la última campaña de seguridad “Belt Up Live On” de la oficina Transport Agency de Nueva Zelanda, que se tomó las redes y la televisión de ese país por estos días. El proyecto publicitario muestra 10 casos de pasajeros que salvaron en accidentes graves gracias al cinturón de seguridad.

A los hechos...

James McDonald sufrió un accidente automovilístico en 2014. Se rompió las dos piernas y brazo y sufrió lesiones en varios órganos. Gracias al cinturón, volvió a caminar ocho meses después.

Will Giles fue impactado por detrás por otro vehículo en un cruce. El TEC que sufrió fue tan grave que debió aprender a caminar y hablar de nuevo. ¿Imaginas qué hubiera pasado sin el cinturón?

Una campaña que busca bajar las mortalidades

Esta atrevida iniciativa pretende reducir el número de fallecidos en las carreteras. Anualmente muerte 90 personas por no llevar puesto el cinturón de seguridad. La mayoría de las víctimas son jóvenes de zonas rurales y, por lo mismo, la campaña toma sus casos, con sobrevivientes llenos de cicatrices y moretones.

El cinturón de seguridad, creado por Volvo en 1959, es el elemento de seguridad pasiva más efectivo jamás creado para la industria motor. Su uso ha evitado un número incalculable de muertes alrededor del mundo.