Car Spotting: el creciente fenómeno de los cazadores de autos
La pasión por las “tuercas” empuja a decenas de fanáticos a esperar por horas con sus cámaras y celulares el paso de algún súper auto por las calles. Conversamos con cuatro jóvenes para saber cómo surge esta afición y cuáles son las claves para convertirse en un car spotter.
El automovilismo es mucho más que autos moviéndose por las calles. Para millones de personas, esas construcciones sobre ruedas son verdaderas obras de arte, creaciones alucinantes que derivan en una atracción poco entendible para el que no lo vive de la misma manera.
Ese sentimiento capaz de dominar la voluntad es lo que se conoce como una pasión. Y en el mundo “tuerca”, donde la emoción está desde el diseño al sonido del motor, es terreno fértil para que surjan distintos tipos de fenómenos.
Uno de los que ha crecido con fuerza en los últimos años, muy de la mano con el avance brutal de las redes sociales, es el del Car Spotting, o lo que se les conoce como seguidores o cazadores de autos.
Los Car Spotters asomaron primero en las grandes ciudades del mundo, donde aterrizaban en mayor número los vehículos más exclusivos. Luego, fue expandiéndose por todo el globo, a cada rincón que hubiese un fanático de los autos dispuesto a estar todo el día, con sol o lluvia, solo con la esperanza de ver aparecer un súper deportivo.
En Chile el fenómeno está en aumento y cada vez son más los jóvenes que se instalan en lugares específicos para ver aparecer un exclusivo vehículo. Y para conocer este mundo paralelo de la industria automotriz, conversamos con Diego Palacios (20 años), Aarón Manosalva (24), Aaron Hermosilla (25) y Lukas Montaldo (27) cuatro jóvenes que destacan en sus redes con el material fotográfico de autos, quienes nos contaron y mostraron lo que significa ser un car spotter.
Origen común
La pasión por los autos surge desde niño. Algunos lo ven venir, para otros viene en la sangre. Según recuerda Aaron Hermosilla (@aaronh.fotografo en instagram), “siempre me gustó jugar con autos, armar pistas y nunca pesqué la pelota. Fue algo que nació en mi y lo seguí no más, no hubo alguien que estuviese enseñándome de autos o que haya sido mecánico o que le gustaran las carreras”.
En otra vereda, estaba Diego Palacios (@dp_spotter), quien dice que “mi cercanía a los autos viene por dos lados. Por una parte, mi abuelo era fanáticos de los autos, corría en Las Vizcachas, tenia autos americanos como Mustang y Camaro y de ahí quedó algo en mi ADN. Lo otro es que fui viendo videos en YouTube, en Instagram, y fui averiguando dónde ver este tipo de autos en este país. No tenía idea que estaban acá y así empecé a ir a lugares, juntarme con gente y fue imposible salirme después, es como un vicio literalmente”.
El acercamiento de estos fanáticos llegaría a veces por casualidad. Aarón Manosalva (@aaronpetrol), por ejemplo, reconoce que “siempre me ha gustado sacar fotos, pero la idea de sacarle fotos a los autos surgió en 2016 cuando empecé a trabajar en Ditec. Siempre quise tener fotos de autos súper deportivos para después mostrárselas a mis amigos pero nunca supe por donde se podían ver esos autos de tan nivel hasta que un día mi ex Jefe Hernán Ramírez me comento sobre ciertos lugares y comencé a spottear desde ese entonces”.
También apegado a lo emocional, Aaron Hermosilla dice que “la idea de dedicarme a la fotografía de autos se inició cuando empecé a asistir a eventos de autos y nunca me quedaba con ningún recuerdo. Las primeras veces saqué fotos con una cámara que me prestaba una prima y así sacaba fotos para mi, de los autos que veía. Y con el pasar del tiempo la fotografía me empezó a gustar, ya no lo hacía por un recuerdo, sino porque me gustaba”.
Respecto de la evolución que van teniendo con el paso de los años, Lukas Montaldo (@lukasm.a), precisa que “todo partió como un hobby, pero al poco tiempo pude empezar a monetizar con trabajos en distintas empresas. Tuve la oportunidad de trabajar en Ferrari, Maserati, Volkswagen, Jeep y en otras empresas de eventos. Ahí logré generar harta experiencia laboral en poco tiempo gracias a que me moví harto y pude monetizar algo que era un hobby. Si bien hasta hoy sigue siendo un hobby, si se puede generar ganancias lo hago, pero no es mi fuente de ingresos principal”.
El profesionalizar el tema también le ocurrió a Aaron Manosalva. “Esto partió por hobby pero poco a poco me fui dando cuenta del talento que fui adquiriendo al realizar este tipo de fotos y me empezaron a llamar de marcas como McLaren Santiago, quienes fueron casi los primeros en abrirme las puertas. Así también hice sesiones personales o a coleccionistas, Cars And Coffee empezó a considerarme en sus eventos lo cual era algo grandioso para mi por que gracias a su Instagram descubrí el alto nivel de Súper Cars en Chile. Hoy lo hago como profesión, actualmente trabajo con Lombardis y también tengo algunas colaboraciones con Ferrari Chile, McLaren Santiago, BMW Auto Club Chile y Porsche Club Andino”.
Algo similar le ocurrió a Aaron Hermosilla, quien recuerda que “en un principio lo hacía como hobby y, para ir aprendiendo más de fotografía, lo fui mezclando con mi otra gran pasión, que son los autos. Con el tiempo fui ganando experiencia en fotografía y edición, hasta que me contactaron de un evento para ver si podía trabajar con ellos para dejar registro de todo lo que pasaba durante el día y que se me iba a pagar por el servicio. Era un gran desafío y luego mi contacto se fue pasando hasta lo que tengo hoy y a pesar de que trabajo con varios tipos de organizaciones, igual tomo fotografías por hobby, no siempre es por trabajo, para tener material que pueda compartir con la gente”.
Pero no todos lo toman como un desafío profesional. Diego Palacios reconoce que “al comienzo fue espontáneo, yo sacaba fotos con el celular y lo sigo haciendo y resulta que todos tenían páginas, había visto autos muy ricos y exclusivos y ahí me motivé a crear mi página y empecé a dedicarme más. Llevo tres años con la página, como cuatro yendo a lugares, pero es totalmente un hobby, no recibo ingresos como para decir que es profesional”.
En cuanto a las cualidades que debe tener una persona que quiera insertarse en este mundo, hay elementos fundamentales. Diego Palacios reconoce que “una persona que se quiere dedicar al spotting debe tener claro que se invierte y gasta mucho tiempo. Hay ocasiones en que puedes estar todo el día para tener la suerte de ver algo épico, ver un auto muy lindo, algún auto que tienes muchas ganas de ver, ya que nunca se sabe cuándo puede pasar. El tiempo es lo que más se usa en este rubro”.
En cuanto a la difusión que se tiene hoy, las redes sociales se llevan la responsabilidad. Sobre este punto, Montaldo dice que “desde 2016 la cantidad de personas sacando fotos ha aumentado mucho, el número de páginas lo mismo y me gusta, se genera comunidad y se comparten conocimientos. Es muy entretenido”.
Es el mundo de los Car Spotters, aquellos que persiguen su pasión tras una cámara solo con la ilusión de encontrarse por algunos segundos con algún modelo que los alucine. Si pasa el día entero sin lograr el objetivo, será al día siguiente, ya que las pasiones no tienen fecha de termino.
Las joyas gráficas de los spotter chilenos
Al ser consultados por los vehículos que siempre soñaron con fotografiar, las respuestas de los entrevistados fueron las siguientes:
Aarón Manosalva: “Es Difícil esta pregunta por que no solo es uno si no que algunos, por ejemplo el Porsche Carrera GT, Porsche 918 Spyder, McLaren Can Am M1, GT2 993 y el McLaren P1″.
Aaron Hermosilla: “El que me dejó impactado fue el McLaren Senna. Me volvió loco, en su momento hubo dos en Chile y pensaba como un deseo poder verlo y fotografiarlo. Un día, con amigos spotters, lo tuve un par de segundos delante mío y fue lo máximo”.
Lukas Montaldo: “Desde niño he sido fanático de Porsche y el auto que siempre quise fotografiar era un GT3. Me encanta, y tuve la oportunidad de fotografiarlo y andar como piloto en una pista hace un par de años. Ese fue mi sueño cumplido”.
Diego Palacios: “Siempre soñé con el Ferrari Enzo. Es mi auto favorito y pude verlo hace dos años en Miami. Otro con el que sueño es el Mercedes-Benz CLK GTR. No hay ninguno acá, creo que ninguno en Sudamérica, pero sueño con fotografiarlo”.
* Nota publicada en el suplemento MT Motores del 12-12-21 (revisar suplemento aquí)
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