Cuando el rey Carlos III fue coronado como tal en 2023, te contamos de que era un férreo defensor del medio ambiente, desde la lucha contra el cambio climático hasta la biodiversidad. Prueba de ello, es su Aston Martin DB6 Volante que funciona con bioetanol, pero no de cualquier tipo, pues la fórmula de este combustible se basa en vino y queso.
De ahí, entonces, que la noticia de hoy no sorprenda tanto. Y es que realeza ha decidido disminuir su huella de carbono en sus traslados, por lo que convertirá su flota para que se mueva por biocombustibles a partir del próximo año. La idea es que se transforme en 100% eléctrica en un futuro.
Los primeros automóviles que serán transformados para el uso de combustibles ‘bio’ son los Bentley, las imponentes limusinas de acabado exclusivo para el uso de la realeza que tienen en su flota. Pero seguirán los restantes modelos actualmente en servicio. Y conforme estos automóviles necesiten ser sustituidos, se hará por autos completamente eléctricos.
No sólo se trata de autos, puesto que también se quiere recurrir a los bicombustibles para sus desplazamientos en avión o helicóptero, utilizando el llamado SAF –sustainable aviation fuel o combustible de aviación sostenible–.
El gesto es más importante por el ‘efecto llamada’, por sentar un precedente y por ser un ejemplo para muchos ciudadanos que por el ahorro de emisiones que ello comportará. También hará sentir que no son los ciudadanos los que deben hacer los esfuerzos en electrificación, sino también las personas con más recursos las que se van pasando, poco a poco, a la movilidad más ecológica.