La presente temporada tiene una de las batallas más animadas de los últimos años entre los súper ventas del año. Tras diez meses, el MG ZS y el Chery Tiggo 2 han dado una gran batalla, aunque durante octubre el modelo de Chery sacó una importante ventaja, consolidándose como el vehículo más vendido del país, con 9.382 unidades entre enero y octubre.
Aprovechamos entonces estos días para subirnos al Chery Tiggo 2 PRO, la última versión que aterrizó en el país. El SUV compacto recibió hace un par de meses una actualización de media vida, adoptando en esta nomenclatura “PRO” algunas diferencias estéticas que lo hacen ver más juvenil que su hermano Tiggo 2.
La verdad es que los ajustes le quedan bien. Las estilizadas luces delanteras diurnas con tecnología LED van acompañadas por una parrilla hexagonal con una malla del tipo panal de abeja que incorpora los elementos de la familia PRO de los modelos superiores.
En los bordes del frontal, bajo las luces diurnas, nos encontramos con grandes focos, también con tecnología LED en esta versión tope de gama GLX que probamos (halógenos en las opciones de entrada).
El parachoques renovado termina de completar la renovación estética frontal, con un protector en la parte baja que permite proteger de golpes y piedras.
Por el costado, la novedad pasa por las llantas bitono de 17′' (16′' en las de entrada), además de detalles como la inscripción TIGGO sobre el pilar C y las barras en el techo. La línea de cintura alta se mantiene, al igual que el diseño de los focos traseros ahumados en forma de C, los cuales se encuentran unidos por una barra negra piano black con el emblema de la marca en el centro. Más abajo, salidas de escape decorativas completan el buen trabajo de diseño.
En el interior hay varios cambios, pero no logra mostrarse con la modernidad que se podría esperar y para lo lo que ya están ofreciendo otras marcas.
Si bien tiene una materialidad correcta, con buenas terminaciones, un volante juvenil con la parte baja achatada, la verdad es que se le podría exigir un poco más al modelo más vendido del país.
Donde es posible mejorar bastante es en el tablero. Acá nos encontramos con relojes análogos tradicionales, separados por un pequeño clúster monocromático que actúa como computador de a bordo. Si bien se lee sin problemas, la información que se entrega es muy acotada y no es intuitivo el cambio de lo que se entrega en la pantalla, ya que se debe presionar botones que están en el mismo tablero. Si lo hubiésemos manejado hace diez años quizás no nos habríamos quejado de esto.
El sistema de infoentretención, con una pantalla táctil de 9′', funciona perfecto para quienes tenemos iPhone. Se enlaza sin problema a Apple CarPlay, pero para los que tienen Android Auto la solución es bajar una app que permita reflejar como espejo lo que está en la pantalla del teléfono. Poco intuitivo y alejado de lo que ya está en el mercado hoy.
En cuanto al equipamiento de seguridad, destacar que cuenta con control crucero, cámara de retroceso, frenos ABS con EBD, control de estabilidad, sistema de arranque en pendiente y descenso, asistencia de frenado de emergencia, control de tracción, monitor de presión de neumático y cuatro airbags. Es un equipamiento más que correcto y muy completo para modelos que están cerca de los $ 14 millones, pero ojalá más adelante pueda llegar a seis airbags y sumar algunas asistencias al conductor ya presentes en otros modelos, como la alerta de punto ciego por ejemplo.
Andar suave y correcto
El nuevo Chery Tiggo 2 PRO entrega sensaciones buenas y de las otras al momento de manejar. Conscientes de que estamos en un SUV compacto, un inconveniente que encontramos fue la postura de manejo.
La regulación manual de los asientos delanteros es un poco incómoda y, además, ofrece una posición elevada, que incluso nos deja poco margen al techo (y eso que no somos personas muy altas). La presencia de un pequeño sunroof quita un par de centímetros en ese espacio para la cabeza y es otro aspecto que podría mejorarse en la nueva generación.
Los asientos, eso sí, son cómodos, tienen sujeción suficiente para la ciudad y en las plazas traseras existe espacio para tres personas, aunque quedarán algo apretados si son todos adultos, más aún considerando la altura del túnel de la transmisión en la posición central.
En movimiento la sensación ya mejora un poco. Encendemos el motor con el botón de partida y logramos una partida suave y eficaz.
El protagonista de esto es el motor de tres cilindros de 1.0 turbo que desarrolla 101 Hp a 5.500 rpm con un par de 150 Nm a 1.500 rpm, asociado a una caja CVT que simula 9 velocidades en modo secuencial (pero no hay levas en el volante).
El pequeño bloque que debuta en esta versión (el resto de la familia Tiggo 2 lleva motor de 1.5 litros aspirado), tiene un sonido que se siente bastante desde el interior, pero sorprende por la agilidad que entrega. Es directo y trabaja de manera coordinada con este tipo de transmisión, que tampoco es la que más nos gusta.
Eso sí, no creer que se está frente a un modelo de grandes prestaciones, pero sí nos permite salir rápido desde un semáforo en rojo, adelantar con relativa facilidad y tampoco se sufre en demasía cuando hay que hacer recuperaciones. En eso influye que el torque se consiga desde un régimen bajo, sumado al turbo que no tiene mayor retardo. Otro punto a favor es que el rendimiento promedio bordea los 15 km/l, una cifra que no es la mejor del mercado, pero que algo ayuda en estos días en que la gasolina supera en algunos lugares los mil pesos por litro.
El tamaño compacto también facilita a que este Tiggo 2 PRO se mueve con simpleza, que en momentos de congestión sea sencillo desplazarse y si nos encontramos con algún inconveniente repentino, los frenos de disco en las cuatro ruedas (con cálipers de color rojo) nos dan la seguridad suficiente. Buen punto ahí.
En cuanto al confort de marcha, como se trata de un vehículo que tiene un despeje importante del piso para su tamaño (178 mm), suponíamos que pasaría sin sobresaltos por baches y avanzar con propiedad. Y así fue.
Eso sí, la suspensión (McPherson adelante y eje rígido con espirales atrás) tiene un recorrido medio que, por una parte, nos lleva con suavidad evitando traspasar dureza al habitáculo, pero de todas maneras genera un cabeceo importante si es que pasamos algo pasados de velocidad un lomo de toro.
Respecto de la puesta sobre el pavimento, lo sentimos estable, con una dirección algo asistida para nuestro gusto y que deriva en un menor tacto. Y al movernos en autopista, lo bueno es que no genera grandes movimientos parásitos, pero que sí entrega traspasos de peso entre ejes cuando enfrentamos curvas a alta velocidad.
Si bien es cierto que nunca nos sentimos inseguros, hay que estar atento a la respuesta y no forzar demasiado, puesto que tiene tracción delantera y el chasis tampoco nos lleva excesivamente firmes.
Es por eso que se debe estar consciente del tipo de vehículo que es. Es un SUV urbano, de muy buen diseño, con tecnología que puede mejorar, que permite tener buena agilidad en las calles gracias al motor que responde con rapidez, pero que tampoco debe exigírsele como si fuese un vehículo más rígido. sin duda, un modelo que saca brillo a sus fortalezas, pero que en su condición de líder de ventas debe elevar aún más el estándar.
Ficha Técnica | Chery Tiggo 2 PRO GLX |
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Motor: | 1.0 turbo |
Potencia: | 101 Hp |
Torque: | 150 Nm |
Caja: | CVT |
Largo x ancho x alto: | 4.200 mm x 1.760 mm x 1.570 mm |
Distancia entre ejes: | 2.555 mm |
Tracción: | delantera |
Consumo: | 15,5 km/l (mixto) |
Maletero: | 320 litros |
Airbags | 4 |
Precio: | $ 13.990.000 (incluye bono marca) |