Chevrolet Colorado: El salto que le hacía falta al corbatín
Más allá de una actuación indiscutida en el segmento, la marca estadounidense se pone al día con un producto en línea con las necesidades de hoy, presentando un modelo que sin dejar de lado las capacidades propias de este tipo de carrocería, suma confortabilidad, equipamiento y tecnología.
En Chevrolet conocen de camionetas medianas y en Chile sabemos bien cuáles son. Cómo olvidar a la entrañable Luv, que durante años fue la pick-up por excelencia de nuestro país, fabricándose incluso en tierras nacionales, y luego a la D-Max, su natural reemplazante, que igualmente logró hacerse conocida entre las alternativas para el trabajo.
Sin embargo, los tiempos cambian y a la marca del corbatín le hacía falta un producto que ofreciera algo más en este segmento, sobre todo porque hoy, además de grandes capacidades de carga, también se busca en ellas una mayor confortabilidad, mejor equipamiento e incluso tecnología de primera. Atrás quedaron sus días de "meras bestias de carga", para hoy inscribirse como vehículos de uso mixto, pensados tanto para el trabajo como para el uso diario y familiar.
Con la nueva Colorado, el fabricante del corbatín logra dar este salto cualitativo al presentar una apuesta lo suficientemente preparada para pelear en la parte alta del segmento de las camionetas medianas. Y si bien toma el nombre de una histórica pick-up mediana que se fabricó en Estados Unidos y que se vendió en Chile entre 2004 y 2009, esta nueva Colorado poco y nada tiene que ver con aquella, pues se trata de un proyecto global liderado por GM Brasil y Tailandia para comercializarse en más de 80 países.
Presentaciones hechas, ahora vamos al detalle, partiendo por su diseño, robusto, deportivo y moderno, con un capó alto, pasos de rueda musculosos y un perfil provocador, que se potencia con unas llantas bicolor y detalles cromados. Conjunto que, sin duda, la hacen notar en la calle.
El habitáculo se condice con su look exterior, al presentar materiales de gran tacto y acabados de buen nivel, que se mezclan con un volante multifunción y una pantalla táctil de 8", que permite enlazar smartphones con Android Auto y Apple CarPlay. Sí podría ser mejor la resolución de la cámara trasera.
Para su porte, destaca el buen acceso del que dispone, gracias en gran parte a las pisaderas que trae la versión testeada. Asimismo, sobresale el confort de las plazas traseras, por la buena reclinación del respaldo de los asientos.
Cualquiera sea su versión, la Colorado está equipada con un motor de cuatro cilindros y 2.8 litros turbodiésel, que eroga 200 caballos de fuerza y 500 Nm de par. Puede asociarse, como en la unidad probada, a una caja automática de seis velocidades. Con esta configuración, se mostró siempre capaz, con un bloque pujante en todo su rango de marcha y poco turbolag. Si apuntar que como cualquier motor petrolero, el ruido se hace notar.
Para ser un vehículo de más de cinco metros de largo y con una capacidad de carga superior a una tonelada, llama la atención lo fácil que resulta su maniobrabilidad, lo que tiene que ver con una dirección muy rápida de respuesta y de buen tacto.
También sorprende su suspensión, que brinda un buen confort de marcha, con poco rebote cuando va sin carga, algo atípico en las camionetas. Incluso, sobre caminos en mal estado, se mantiene pegada al piso.
Probamos la variante High Country, la tope de gama, que además de un paquete estético que la hace lucir más imponente, suma mayor seguridad y confortabilidad a bordo, destacando la disposición de seis airbags, asistente de partida en ascenso, aviso de cambio involuntario de carril y alerta de colisión frontal. Elementos que terminan por cerrar un producto redondo.
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