A pesar de que las ventas en el mercado chino bajaron un 18% durante los dos primeros meses del año, y de que hace rato no se registran crecimientos de dos dígitos en el país de la Gran Muralla, lo cierto es que los fabricantes locales no pierden oportunidad de mostrar sus nuevos desarrollos y el Salón de Shanghai fue el lugar perfecto para dejar ver sus nuevos desarrollos.
Enfocados principalmente en un futuro conectado y tecnológico, donde lo que mandará serán las bajas o inexistentes emisiones (como lo que ofrecerá la nueva marca eléctrica de Geely), además de los sistemas operativos más avanzados del globo, China se prepara para revertir su primer año en baja de ventas desde 1990, y el Salón de Shanghai fue una muestra clara de aquello.
Y es que los roces entre el Dragón Asiático y Estados Unidos se han dejado sentir, eso sin contar el hecho de que el gobierno rebaja cada vez más los incentivos para la compra de vehículos de propulsión alternativa, lo que obliga a los fabricantes a presentar modelos cada vez más atractivos y accesibles.
Así y todo, las firmas locales se aseguraron de poner lo mejor de sí en el Salón de Shanghai, con modelos que en breve ya estarán en las calles, sin olvidar las innovaciones de las startups locales, que prometen revolucionar las calles con modelos radicales, deportivos y eficientes.
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