Desde el nacimiento de Stellantis como resultado de la fusión entre PSA y FCA, los desarrollos que ambas compañías habían creado en solitario comenzaron a compartirse, dando pie a diferentes configuraciones de productos que hace años eran impensadas.
La necesidad que conlleva la optimización de recursos y una mayor eficiencia en la producción de vehículos se está reflejando de manera notable en la región, donde los modelos existentes están experimentando una renovación impulsada por la fusión de estas dos gigantes automotrices.
Según informes recientes de medios automotrices de Brasil, se anticipa que el próximo modelo en beneficiarse de esta colaboración será el Citroën C3 (ver test drive).
Se espera que en su especificación para el modelo 2025, el C3 incorpore el motor Firefly 1.0 turbo de origen Fiat, mismo motor equipado en modelo como Pulse o Fastback. Este motor, denominado comercialmente como T200 mejorará notablemente las pretenciones del modelo que actualmente solo se ofrece con el 1.2 puretech aspirado de 82 HP o el 1.6 VTi con 115 HP y varios años encima.
El nuevo motor debería rondar unos 120 Hp y 200 Nm de torque, el cual se puede asociar a la caja automática CVT de origen Aisin que simula hasta 7 relaciones. Repercutiendo directamente en el desempeño, consumo y facilidad de adaptación para las distintas condiciones geográficas del continente.
Esto supondría la retirada del motor VTi, propulsor que apareció en 2006 y que ha sido montado en una amplia variedad de modelos de Peugeot y Citroën, pero que ya acusa sus años y no es capaz de entregar el mismo empuje ni consumos de motores más modernos.
Se espera que la actualización traiga mejoras en la tecnología aplicada a las pantallas, recibiendo un nuevo cuadro de instrumentos, al tiempo en que también hereda una mejor pantalla de infoentretenimiento desde los modelos más grandes de la marca francesa.
Todo esto pretende poner al día al popular hatchback, posicionándolo de mejor manera ante sus rivales fabricados en el Mercosur, pero también ante el creciente aumento de la cuota de mercado de autos chinos en todos los países de la región.
Ejemplos anteriores se han visto con el Peugeot 208 fabricado en Argentina, el cual ha adoptado nuevos motores de origen Fiat, evidenciando la sinergia entre las diferentes marcas dentro de Stellantis.
Este intercambio de tecnología y recursos permite ofrecer productos más competitivos en el mercado, aprovechando lo mejor de ambas compañías en términos de innovación y rendimiento.
Si bien esta gama de motores no es ofrecida en Chile, en mercados vecinos ha destacado por renovar los vetustos motores de origen PSA que se resistían a morir.