El reino de los SUV se sobrepobló en el último tiempo. Como si fuese la gallina de los huevos de oro, todos los fabricantes se integraron a un segmento que apunta a entregar comodidad y versatilidad. Algunos usuarios, además, creen que esos vehículos aumentan la seguridad, principalmente por su mayor altura respecto de un sedán o un hatchback. En ese espacio, donde cada vez cuesta más diferenciarse, Citroën apuesta con el C5 Aircross (ver lanzamiento), un modelo que sale de la norma. A pesar de ser primo-hermano del Peugeot 3008 y el Opel Grandland X -comparte la misma plataforma- toma distancia desde la estética a la sensación de manejo.

C5 Aircross

Sobre el diseño, cuyo valor es siempre subjetivo, se aprecia una continuidad más vitaminizada de lo que estrenó el C3 Aircross. Lo que sí consigue es que, a pesar de tener dimensiones medianas (4.500 mm de largo), ofrece una gran amplitud interior y un excelente aprovechamiento del espacio, lo que deriva de una trocha delantera corta y buena distancia entre ejes (2.730 mm). Comodidad tanto en las plazas delanteras como traseras, a lo que se suma uno de los maleteros más grandes del segmento, con capacidad para 580 litros. Toda la experiencia de los monovolúmenes de la marca traspasada a este modelo.

C5 Aircross

El habitáculo entrega otras sorpresas agradables. No solo por el buen nivel de equipamiento en tecnología (pantalla táctil de 8'', Mirror Screen compatible con Apple CarPlay y Android Auto, cargador inalámbrico de celular, entre otros), sino por la calidad y la comodidad. Los asientos delanteros, por ejemplo, tienen un mullido grueso que permite un viaje muy suave, aunque le falta algo de sujeción lateral. Otro punto positivo es que en la segunda fila hay tres asientos independientes e iguales, por lo que ya no sufre el que viaja al centro.

» C5 Aircross: Alfombra voladora

El andar es tal vez la mayor diferenciación que logra el C5 Aircross. Nuestra unidad de prueba montaba el motor turbo 2.0 litros BlueHDi, que entrega 180 Hp con 400 Nm de par, asociado a una caja automática de ocho velocidades.

Este propulsor entrega potencia progresiva, destacando, más que las reacciones vertiginosas, la entrega de par desde bajas revoluciones. De todas maneras, si se hace necesario hacer cambios repentinos de velocidad, lo consigue sin gran esfuerzo, sumado a que se encuentra muy acoplado a la caja automática, con pasos rápidos desde la tercera marcha.

C5 Aircross

En el andar, sorprende el confort de marcha que entrega a los usuarios. Este efecto tipo "alfombra voladora" lo consigue gracias al exclusivo sistema de suspensión hidráulica progresiva de la marca (Progressive Hydraulic Cushion), tecnología que cuenta con topes hidráulicos para disminuir los rebotes, aumentando así la suavidad en el viaje.

Esa misma suavidad se extiende a la dirección, a nuestro gusto demasiado liviana, lo que no entrega el tacto que, por ejemplo, encontramos en el Peugeot 3008, donde la dirección es más directa. Algo similar sucede al momento de entrar en curvas, donde el aplomo es menos firme que en el caso de su primo-hermano francés, pero tampoco se sufre de movimientos indeseados, solo es más suave.

Por último, para destacar la insonorización del habitáculo. Es realmente llamativo lo silencioso que se viaja, quedando de manifiesto el trabajo que hizo la marca francesa al proteger de los ruidos del motor.

En conclusión, una apuesta interesante, que sale del esquema estético tradicional, con una personalidad que se hace notar, sumado a una sensación de manejo propia, que apunta a entregar comodidad.

FICHA CITROEN C5 AIRCROSS 2.0 BLUEHDI SHINE

Motor: 2.0 Turbo BlueHDi / Potencia: 180 Hp / Torque: 400 Nm / Caja: AT 8 vel. / Largo: 4.500 mm / Rendimiento: 17,6 km/l / Maletero: 580 litros / Precio: $ 22.990.000

[gallery ids="719682,719673,719672,719669,719670,719668,719680,719671,719681,719679,719678,719677,719676,719675,719674,719667"]