Citroën presentó en Europa la primera actualización del C5 Aircross, el familiar más grande de su portafolio que aterrizó en 2018 y que debutó en Chile un año después. Esta ligera puesta al día ataca principalmente al frontal, donde el C5 Aircross se pliega al nuevo ADN caracterizado por faros LED que siguen la línea cromada de los chevrones (ya se vio en el C5 X y el crossover C4).

Junto con los señalados cambios en los focos, también el Citroën C5 Aircross incorpora en el frente una parrilla y un parachoques rediseñados. En la zaga, en tanto, las actualizaciones solo recaen en el diseño de los focos. Asimismo, la firma añade para esta actualización un nuevo color a la paleta denominado Azul Eclipse.

Puertas adentro los cambios son contenidos. Se limitan a la sustitución de la pantalla central de 8″ por una de 10″, y por la reubicación de las salidas de aire por debajo del citado display. En la consola ya no existe palanca de cambios, sino que esta se ha sustituido por los mismos selectores que se encuentran en el Citroën C4 o en el Opel Mokka (este modelo también perteneciente al Grupo Stellantis).

Los asientos Citroën Advanced Comfort equipados en las versiones más altas del modelo ahora cuentan con 15 mm más de relleno.