Aunque Citroën ya había invitado a una cata especial de su nuevo hatchback C4 a mediados de junio (ver nota), recién este martes reveló todos los secretos de un modelo que entrará en la historia de la marca, pues encarna el arribo de lleno en el mercado de los autos eléctricos (aunque en febrero ya había presentado el Ami). Eso sí, el Citroën C4 debuta este año con tres motores bencineros y dos de diésel, mientras para 2021 se sumará la versión eléctrica de 350 km de autonomía -denominada ë-C4- y montada sobre la plataforma de sus hermanos Opel Corsa-e, Opel Mokka-e, Peugeot e-2008 y Peugeot e-208.
Debido a que Citroën ya le había quitado el telón hace dos semanas, es poca la sorpresa respecto de la silueta de la última apuesta de la casa parisina. El nuevo Citroën C4 luce como algo más allá de un hatchback convencional, con una forma asimilada a la de un crossover o SUV con caída de tipo coupé. Mide 4.360 mm de largo, 1.800 mm de ancho y 1.525 mm de alto, con un despeje al suelo de 156 mm, algo mayor que el común en un auto, pero también menos que el de un SUV. Otra vez a media camino. Tiene un maletero de 380 litros y, según versión, podrá llevar llantas desde 16″ hasta 18 pulgadas.
Para dotarlo de la comodidad de marcha de la que Citroën presume, los ingenieros franceses incorporaron en el nuevo C4 topes hidráulicos en la suspensión, de forma de mejorar la respuesta ante exigencias en terrenos poco parejos. En el fondo, se suprimen esos movimientos bruscos y rebotones de la amortiguación convencional.
En 2020, el Citroën C4 hará su debut en el mercado europeo con tres motorizaciones bencineras PureTech, de 100, 130 y 155 caballos. Mientras que el bloque intermedio está disponible con caja manual o automática de ocho relaciones, el de entrada solo puede equipar la MT6 y el más alto, se une exclusivamente a la AT8. También desde el primer minuto, estarán las dos opciones diésel, de 110 y 130 Hp, con caja manual de seis cambios y AT8, respectivamente (esta última combinación de motor y caja es la que mueve al Berlingo que la marca de los chevrones sumó en Chile en marzo pasado).
Por su parte, el Citroën ë-C4 se mueve por la fuerza de un motor de 136 caballos de potencia, que toma fuerza desde una batería con 50 kWh de capacidad. Dicha combinación puede hacer que el modelo recorra hasta 350 km como máximo. De acuerdo con la marca, los tiempos de cargan varían entre 30 minutos, en un enchufe rápido, hasta más de 24 horas, en uno de corriente doméstica. De serie, el vehículo se comercializará con un enchufe de 7,4 kW, para una carga completa en 7,5 horas, aunque también puede ordenarse opcionalmente con un cable trifásico de 11 kW para cargas de cinco horas.
En el interior, el flamante modelo -que se producirá en la longeva planta PSA de Villaverde, en Madrid- es dueño de un tablero con dos pantallas, una para el panel de instrumentos y la otra, para el sistema multimedia, que es táctil y de 10 pulgadas. Se suma una consola con sistema de carga remota de dispositivo electrónicos.
Como resulta habitual en Europa, el nuevo Citroën C4 equipa una serie de asistencias a la conducción, como alerta de cambio involuntario de carril, detector de vehículos en el punto ciego o cambio automático de luces altas (cuando no hay tráfico de frente).