Los autos clásicos se rebelan contra la censura ambiental en Barcelona
Los dueños de autos clásicos de Barcelona están preocupados. Las nuevas regulaciones dificultan mucho la tenencia. Apelan que su uso es muy esporádico y por tanto, su incidencia en la contaminación es mínima.
Más de 100 dueños de autos clásicos se movilizaron el sábado 11 de enero en rechazo al veto circulatorio impuesto por la medida 'Zona de Bajas Emisiones' (ZBE) de Barcelona. La normativa entró en vigencia el 1 de enero.
Entusiastas de los clásicos como el Seat Panda, Renault 4, citroneta o el icónico furgón de los hippies; el Volkswagen Kombi, se reunieron en la avenida María Cristina de Barcelona, para posteriormente circular por el centro de la ciudad. Esto para protestar por las restricciones impuestas por la ZBE y para reivindicar el carácter patrimonial que tienen estos vehículos en la la identidad de la ciudad.
Los entusiastas, afirman que estos autos en ningún caso son "el origen de la contaminación", debido a que circulan de manera muy esporádica. En ese sentido, creen que el veto de circular de lunes a viernes desde las 7 de la mañana, hasta las 8 de la noche es un total despropósito. El foco de las críticas es Ada Colau, alcaldesa de la llamada ciudad condal.
[caption id="attachment_971639" align="alignnone" width="786"]
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona / El País[/caption]
Para la mayoría de quienes protestaron, estos vehículos no son un medio de transporte tradicional, sino de un auténtico hobby, que con la llegada de las nuevas regulaciones se vuelve muy complicado de disfrutar.
Clásicos contra las cuerdas: una medida popular
Cabe destacar, que desde el inicio, la medida fue bastante bien recibida. A partir del primer minuto tuvo el patrocinio del partido Esquerra Republicana de Catalunya. Además, contó con un apoyo del 80% de los legisladores, y ningún voto en contra: 33 votos a favor (entre los cuales están los partidos: comunes, PSC, ERC y Junts per Catalunya) y ocho abstenciones (Ciudadanos, PP y Barcelona pel Canvi).
Este tipo de medidas restrictivas han ganado seguidores en toda Europa: Ámsterdam, Berlín, París, Londres y Lisboa son algunas de las 250 ciudades europeas que han clausurado parte de su territorio a los vehículos más contaminantes, foco importante de contaminación ambiental. Según la Comisión Europea, en las urbes del Viejo Continente, el tráfico provoca el 40% de las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Se estima que en cuatro años, las restricciones impedirán que circulen 23% de los autos que lo hacen actualmente en Barcelona, algo así como 125 mil unidades del parque automotriz. Se estima que con esto se reduzca un 15% las emisiones de óxidos de nitrógeno y en un 6% las de CO2.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.