Una nueva aventura sobre ruedas para Coco Zurita. El rider chileno, quien ha llevado la bandera chilena por las competencias más prestigiosas, ganando incluso medallas en los X Games, vive su vida a toda velocidad, creando proyectos para marcar la diferencia.
Se hizo reconocido por su talento sobre la bicicleta, pero también es un amante de los automóviles. Por sus manos han pasado decenas de deportivos, quedando en el recuerdo de muchos el #CZ650S, cuando modificó un McLaren 650S y se le veía por Santiago.
En Estados Unidos sus trabajos con automóviles han sido diversos, aunque siempre asociados al vértigo y la velocidad, tal como cuando trabajó en un Mitsubishi Evo o en un Nissan GT-R. Hasta una moto modificó a su gusto.
Su pasión por el movimiento y por las competencias le permitió incluso hace unos días ser parte de un selecto grupo.
En el evento “Red Bull Homestretch” que se hizo en Estados Unidos, el rider fue uno de los 10 deportistas invitados a una jornada de e-sports de Gran Turismo, el cual fue transmitido a través de Twitch.
En la ocasión, el chileno compartió pista con figuras como Pierre Gasly, Travis Pastrana , Timmy Hansen, Scott Speed, Robbie Humel y Johnnt Stephene.
“Cuando me invitaron, sólo sabía que estaría Travis Pastrana- con quien soy amigo y compañero del equipo Red Bull-, pero nunca imaginé que además tendría al frente a Pierre Gasly, Scott Speed o Timmy Hansen. Todos ellos tienen experiencia en simuladores, porque entrenan en ellos cuando no están en pista. Gasly pasa al menos tres horas diarias en simuladores profesionales, así que imagínate el control que tiene. Sin duda que fue algo intimidante”, reconoció Zurita, quien fue parte del Team Speed y aunque sucumbieron ante el Team Gasly, demostró sus dotes, convirtiéndose en el quinto mejor de la jornada.
Respecto de cómo se preparó para la prueba, el deportista dijo que “estaba un poco nervioso porque sería transmitido a todo el mundo y no podía quedar mal, además porque me conseguí una PS4 cuatro días antes de la carrera. Logré entrenar 45 minutos diarios, no tenía más tiempo, y el resto fue la experiencia que uno tiene corriendo autos de carrera reales y algo ayudó el hecho de que siempre jugué videojuegos de carreras. Por suerte estuve bien, con un gran ritmo”.
Un viaje a la naturaleza
Tras la buena experiencia que tuvo en el evento Red Bull, Zurita dio inicio a un nuevo viaje. Ahora se trataba de una aventura que tenía como destino cruzar el desierto en Estados Unidos, conociendo lugares tan maravillosos como el Gran Cañón o el Valle de la Muerte. Una aventura épica como lo reconoció el propio Coco.
La idea la dio a conocer a través de sus redes sociales. En Instagram (@cocozurita), el deportista adelantó el proyecto, señalando que estaba “feliz de poder estar trabajando con @mercedesbenzusa. Cuando niño mi papá tuvo una compra y venta de Mercedes-Benz en Santiago, tenia muchos a la venta, después del colegio yo partía para allá, y en vez de aburrirme por cuatro o seis horas, me ponían a lavar los autos. Así también me ganaba unos pesitos. Siempre traté de lavar lo más rápido posible y lo más limpio, quería impresionar a mi papá. Después de 27 años lavar el auto es algo que me encanta, las curvas, los rasgos de cada auto tienen muchísima identidad y carácter. Hay una conexión gigante entre la makina y el hombre”.
Para conocer sobre esta apuesta que emprendió junto a su hermano Juan Zurita (@juanizurita) y Keiron Berndt (@keiron_berndt), conversamos con Coco Zurita, quien nos dio detalles de su periplo al mando del todoterreno de Mercedes-Benz.
¿Cómo nace la idea de este viaje por Estados Unidos?
Todo parte porque en mayo celebramos el mes de la bicicleta y el 3 de junio se celebra además el día de la bicicleta. Entonces decidí crear algo increíble, un viaje de 1.500 millas (casi 2400 km) de aventura junto a mi hermano y las BMX.
¿Hubo un acercamiento con Mercedes-Benz para este viaje?
Claro, para este viaje tuve como partnership a Mercedes-Benz, donde pude elegir un SUV G63 V8 Twin Turbo (4.0 litros con 585 Hp) para esta tremenda aventura. Y como íbamos a ponerle bueno, por caminos de tierra y paisajes complejos, decidí arreglarla.
¿Qué ajustes le hiciste?
Le pusimos parrilla, llantas, neumáticos distintos, nuevos focos delanteros y qué mejor que agregarte el estilo CZ (Coco Zurita) que le hago a todos mis autos. Quedó hecha una bestia, ya que además, junto a BFGoodrich, pusimos unos neumáticos KO2 31″ con aros de 20″ Black Rhino.
¿Dónde empezó la aventura?
El viaje partió en Venice Beach, un lugar icónico de Los Ángeles. Luego nos fuimos a Long Beach, donde pillamos Houghton Skatepark (California). Ahí tienen un bowl increíble, además tiene mucho arte callejero, mezclando la cultura urbana con el deporte skate y el BMX.
Pero no todo fue urbano en el viaje…
Por supuesto. Después partimos a Death Valley y Panamint, que son áreas desérticas y ciudades de minería antigua. Fuimos solo para conocer y ver estos lindos paisajes más asolados, donde vive muy poca gente.
De todas maneras, uno de los objetivos era mostrar el deporte que haces y visitar lugares emblemáticos.
Así es, por lo mismo después tomamos rumbo a Las Vegas, la ciudad del dinero, las luces y la noche. Pero nosotros fuimos a buscar unos de los skateparks más grandes de la ciudad, Craig Ranch Skatepark, donde con mi hermano pudimos hacer unas líneas y trucos muy buenos y de buena altura.
Allá también pudimos compartir con personas locales y con amigos del área. Luego pudimos andar en la casa de mi amigo Nel Martínez, quien tiene una media tubería de X Games en el patio de su casa. Increíble lugar y de buena onda. Todo eso para luego montar la G Wagon e ir a conocer Red Rock Canyon, una zona llena de rocas rojas maravillosas en el estado de Nevada.
¿Qué venía luego en la ruta?
Después de Red Rock partimos manejando por seis horas hasta Salt Lake City, donde construimos una rampa en el salar más grande de Norteamérica. Es una linda tierra llamada Bonneville Flats, donde se han roto los récords de velocidad más grande de la historia. Es Impresionante el tamaño y lo lindo del lugar.
Y en ese lugar tan emblemático, ¿qué hicieron?
No se me ocurrió mejor idea que hacer una rampa de cuatro metros en medio del salar. El primer día se canceló todo, pero el segundo tuvimos una ventana de tres horas para poder arreglar el salto y también para ajustarnos y así poder filmar lo que queríamos. ¡Gracias a Dios pude hacer los trucos que quería y más! Sacamos fotos y vídeo de todo lo que estaba pasando y fue una bendición poder volar sobre el salar de Salt Lake City.
Luego de siete días andando y manejando intensamente, con el objetivo logrado decidimos volver a casa. Con la misión cumplida y felices con esta inolvidable experiencia.
Y el Clase G de Mercedes-Benz, ¿cómo se comportó?
Estuvo increíble, me sorprendió como se agarra, la potencia y el torque que tiene. Hay que pensar que íbamos tres personas con equipaje, más las bicicletas, y así y todo andaba como una máquina. En caminos de tierra andaba como auto de rally.
De todas maneras, el peso de este todoterreno se sentía, por lo que tanto frenar y bajar velocidad se tenia que hacer bastante anticipado.
Pero en general es un vehículo muy bien balanceado, cómodo, hasta con asientos que hacen masaje, además de cámaras por todos lados para estacionar y no pasar a llevar ninguna cuneta o postes en los estacionamientos.
Fue la nueva historia de Coco Zurita, la que se puede ver en sus historias y de la que pronto se presentará un trabajo audiovisual de altísima calidad. Eso sí, de seguro no será la última aventura. En su casa en Los Ángeles ya se trabaja en la modificación de un conocido superdeportivo... pero esa historia será parte de otro capítulo en esta existencia cargada de vértigo y emoción, pues como dice el propio rider chileno “la meta no es poder vivir para siempre sino que la meta es poder crear un legado y que esté viva para siempre”.