Chile se pone a la vanguardia y se convierte en el primer país de Sudamérica en exigir con un esquema completo a nivel nacional y medible para todas las regiones, tal como te lo anunciamos hace dos años. Esta norma será implementada en dos fases, la primera es la Euro 6b o en su equivalente Tier 3 bin 125 para vehículos livianos y medianos que comienza a regir este 30 de septiembre y la segunda es la norma Euro 6c (Tier 3 bin 70) que será a partir del 2024, ya que se necesita mejorar la calidad de los combustible en Chile a un estándar de 10 ppm de azufre.

Desde ahora, todas las nuevas homologaciones de los modelos que ingresen del país, cada importador del sector automotor deberá acreditar el necesario cumplimiento de dicha norma anticontaminación en sus motores a combustión interna. Posteriormente, en marzo de 2023, solo estará permitida la inscripción de nuevas unidades que dispongan de esta tecnología acreditada ante el Centro de homologación 3CV, dependiente del Ministerio de Transportes.

Desde 2014 que cada marca ha estado haciendo sus respectivos esfuerzos para poder ir incorporando de manera progresiva modelos de pasajeros, SUV, comerciales y camionetas, demostrando un interés por el cuidado del medio ambiente. Dicha preocupación, no ha provocado ningún efecto adverso en el mercado ni aspecto negativo en los consumidos, de hecho, es todo lo contrario.

Diego Mendoza, secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), señaló que “Ya es tradición que Chile sea un país de referencia, líder en el avance de estas exigencias para los vehículos. Esto ha sido destacado por los fabricantes en sus casas matrices y se nos reconoce como un país pionero en la implementación de estas medidas. Resaltamos también la implementación gradual de esta normativa y la anticipación de las marcas por traer estas tecnologías Euro 6 desde 2014 en pro del beneficio ambiental que supone un cambio de esta naturaleza”.

Con esta medida, según explican en ANAC reduce en un 56% las emisiones de óxidos de nitrógeno y de material particulado emitidas por los vehículos livianos y medianos en comparación a la norma Euro 5. Además, tendrá pruebas más exigentes, tales como ciclos de pruebas a velocidades de alta velocidad, aceleraciones y desaceleraciones dinámicas y simulaciones de conducción bajo los últimos parámetros de la industria.