Uno de los cuidados más sencillos del automóvil es revisar el nivel del aceite del motor. Y es algo que resulta fundamental (¿No lo crees?). De todas maneras, esta tarea corresponde a una de tipo preventiva, ya que lo primordial es estar atento al kilometraje y consciente de la fecha en que se debe recambiar, según lo que indica el manual del usuario o el servicio técnico.
La relevancia del aceite del motor, en explicación simple, es que se encarga de mantener lubricadas las partes móviles del propulsor, evitando que estas suban su temperatura o que rocen más de la cuenta entre sí. Por lo mismo, es bueno mirar el nivel, especialmente antes y después de viajes largos.
Gran parte de los vehículos disponen de alertas en el tablero, los que avisan cuando hay problemas. Pero ese aviso puede llegar muy tarde y es mejor revisar antes de lamentar algo peor. Además, no llevará más de cinco minutos.
Para revisar el nivel del aceite, la forma más sencilla es con la varilla que permite acceder al estanque ubicado en la parte baja del motor (cárter). A ese recipiente se entra desde arriba con la varilla.
Pero, ¿por qué se debe revisar con cierta frecuencia? Básicamente, por que todos los motores a combustión van gastando ese aceite. Y si se puede evitar problemas mecánicos graves, mejor hacerlo. La idea en esta revisión con la varilla es verificar si el aceite está entre el nivel mínimo y máximo.
Para empezar, lo primero es ubicar el vehículo en una zona plana. Si está estacionado hacia arriba en una pendiente, puede indicar menos de la cantidad que posee y si está estacionado hacia abajo, marcará en la varilla más de lo que realmente existe en el cárter.
El vehículo debe estar con el motor en frío. Si ha estado encendido, la temperatura del motor habrá subido, lo que habrá derivado en que el aceite se expanda. Otro inconveniente de eso es que la varilla estará completamente sucia, por la misma expansión del aceite debido a la mayor temperatura.
Para revisar el estado, se debe sacar la varilla. No costará encontrar ese elemento, aunque sea un motor muy cubierto como los modelos más modernos. Al sacar la varilla, ver dónde marca el aceite. Luego, limpiar la varilla con un papel o un paño para secar la varilla hasta que queden claramente visibles los marcadores de la varilla.
Luego, se introduce de nuevo la varilla y se repite el proceso. Se deja tranquila por unos segundos para que se manche lo suficiente, sin moverla. Entonces, se saca nuevamente.
Ahora la varilla debería tener una mancha del lubricante entre los indicadores. Si no se aprecia eso, repetir el proceso y dejarlo por unos minutos. Si se ve que el nivel que tiene el aceite del cárter está entre el mínimo y el máximo, colocamos y aseguramos bien la varilla y se puede seguir manejando sin problemas.
Ahora, si el nivel está muy cerca del mínimo, se debería rellenar con el mismo aceite que se ha utilizado siempre. Eso sí, para rellenar se debe buscar la tapa con el símbolo de aceite en un recipientes que generalmente está en la parte superior del motor.
Para este proceso, en Total Chile, por ejemplo, recomiendan: Usar un embudo limpio (si no tiene, ponga el envase de aceite boca abajo); poner aproximadamente un litro de aceite; poner la tapa y volver a verificar el nivel.
Otro detalle a considerar es el color de la mancha que queda en la varilla. En las mismas recomendaciones, Total Chile dice que “si en algún momento el aceite se vuelve negro, esto no quiere decir que el aceite haya perdido sus propiedades de funcionamiento. Se lo debe cambiar solamente cuando el aceite tenga un olor muy fuerte”.
Como se ve, este es un proceso simple y rápido que permite mantener en buen estado el motor de nuestro vehículo.