Si bien todos creemos manejar muy bien, independiente de las condiciones del tiempo, lo cierto es que hay situaciones inesperadas que requieren de toda nuestra atención y pericia en estos días invernales, conducir con viento es una de ellas, ya que dependiendo de la velocidad, puede desde mover ligeramente el vehículo, hasta arrastrarnos o llevarnos por completo, como lo que sucedió con un conductor el fin de semana pasado.
Si no estás acostumbrado a conducir con viento, o bien quieres refrescar tu memoria para saber qué hacer en situaciones específicas, aquí recopilamos algunas recomendaciones que nunca está de más recordar cuando tenemos que circular por las calles.
1. Bajar la velocidad. En días con mucho viento es más probable perder adherencia al asfalto, sobre todo en los modelos con tracción trasera. Para contrarrestar los efectos del viento lo mejor es bajar la velocidad, alargar las marchas y pisar el acelerador de manera suave.
2. Conocer el auto. Prácticamente cualquier persona podría entender que la dinámica de un SUV es muy distinta a la de un citycar o la de una camioneta, por lo que hay que estar muy atentos en caso de sentir algún tipo de desestabilización del auto, ya que, dependiendo de su centro de gravedad, el viento incluso podría volcarlo.
3. Poner atención al camino. Los días en lo que hay que conducir con viento son también los más peligrosos en términos de obstáculos en la vía, y es que muchas veces pueden saltar elementos inesperados como bolsas, que pueden obstruir la visión, o incluso ramas que caigan de árboles, que podrían derivar en accidentes más grandes o incluso golpear nuestro auto cuando vamos en marcha.
4. Ojo con las condiciones especiales. Hay momentos en que las ráfagas de viento pueden ser mucho más perjudiciales, como las salidas de los túneles o zonas protegidas, ya que después de conducir de manera normal, nos encontraremos con vientos repentinos que pueden cambiar nuestra trayectoria. Lo mismo puede suceder al adelantar vehículos grandes, que por momentos nos cubrirán del viento, por lo que hay que estar mucho más atentos al volver a reincorporarnos a nuestro carril. Puentes y autopistas muy despejadas también son lugares especiales para que el viento tome más fuerza, por lo que también tenemos que poner especial atención en este tipo de vías.
Conducir con viento extremo
Si no puedes quedarte en casa hasta que las condiciones mejoren, y necesariamente debes manejar, debes tener en cuenta que la forma habitual en que conduces puede no ser suficientemente segura, por eso la ACHS también recomienda:
1. Anticipa el peligro. Chequea tus alrededores, árboles y carteles cercanos para ver la dirección del viento y adelantarte a cualquier amenaza inminente. Los remolques y equipaje de otros autos también pueden ser posibles fuentes de accidentes, así que lo más recomendable es alejarse de ellos.
2. Volante firme. El viento te va a mover el auto, y aquí es donde hay que ser más constante. tomar el volante con fuerza ayuda a contrarrestar el efecto de las ráfagas de viento. También es bueno dejar de lado los movimientos repentinos (incluso las frenadas bruscas) y estar muy al pendiente de no toparse con un viento lateral, ya que podría sacarte de la calle.
3. Al medio de la pista. Cuando se pueda, trata de ubicarte al centro de la vía, lo más cerca posible del centro, así si es que llega un viento repentino, correrás menos peligro de moverte hacia la cuneta.
4. Ojo con la lluvia. Si de conducir con viento pasas a hacerlo con viento y lluvia, debes modificar nuevamente tu forma de manejar y ser mucho más precavido, ya que ahora también se suma la menor visibilidad y un pavimento más resbaladizo. Siempre respeta la distancia de seguridad, y preocúpate de mantener tu auto en perfectas condiciones. (Aquí tenemos algunos consejos sobre lo que NO tienes que hacerle a tu auto en esta época).