Hace uno días, con motivo de la entrada en vigencia de la ley que establece como requisito el control de estabilidad (o ESP) para homologar cualquier auto liviano nuevo en Chile, y que fija 12 meses de gracia para aquellos modelos ya homologados, te contamos de cuáles son esos vehículos que tendrán que salir de los concesionarios antes de que los pille el plazo fatal. El listado no era menor y en él predominaron autos de origen asiático y del Mercosur.

Si bien las camionetas se rigen por un reglamento diferente (que es menos exigente), igualmente resulta interesante determinar cuáles son aquellas que siguen rezagadas en cuando al control de estabilidad. Y es que el segmento siguen capturando un 17,2% del mercado y muchas de las unidades que se comercializan terminan empleándose en un uso mixto de trabajo y recreación.

Aquí te dejamos el listado de qué modelos equipan ESP de serie y cuáles lo incorporan solo como opcional en las versiones más caras:

  1. Changan Hunter (no es de serie)
  2. Chevrolet Colorado (de serie)
  3. Chevrolet Silverado (de serie)
  4. Dongfeng DF6 (de serie)
  5. Ford F-150 (de serie)
  6. Ford Ranger (de serie)
  7. Great Wall Poer (de serie)
  8. Great Wall Wingle 5 (ninguna versión)
  9. Great Wall Wingle 7 (no es de serie)
  10. Honda Ridgeline (de serie)
  11. JAC T6 (ninguna versión)
  12. JAC T8 (de serie)
  13. Jeep Gladiator (de serie)
  14. JMC Vigus (ninguna versión)
  15. Mahindra Pik Up (ninguna versión)
  16. Maxus T60 (no es de serie)
  17. Mazda BT-50 (de serie)
  18. Mitsubishi L200 (no es de serie)
  19. Nissan Navara (de serie)
  20. Peugeot Landtrek (de serie)
  21. RAM 700 (de serie)
  22. RAM 1000 (de serie)
  23. RAM 1500 (de serie)
  24. Renault Oroch (ninguna versión)
  25. SsangYong Musso (no es de serie)
  26. Toyota Hilux (de serie)
  27. Volkswagen Amarok (de serie)
  28. Volkswagen Saveiro (ninguna versión)
  29. ZX Terralord (no es de serie)

Latin NCAP señala que el Control Electrónico de Estabilidad (ESC) “es uno de los avances más significativos en seguridad vehicular desde la introducción del cinturón de seguridad, ya que detiene el derrape del automóvil y disminuye las probabilidades de choque”. Agrega que elementos como este “deberían ofrecerse como equipamiento de serie y no como extras u opcionales. Los gobiernos deben asumir un papel activo en la promoción de estos sistemas, estableciendo normativas mucho más estrictas”. Finalmente, desaconseja la compra de un vehículo que no equipa el ESP.

*La información fue recogida de las fichas técnicas publicadas en los sitios de las respectivas marcas.