Cristiano Ronaldo está enfocado en repetir el título continental con su selección. El goleador anotó dos tantos en la victoria de Portugal sobre Hungría (3-0) y esta tarde buscará llevar a su equipo a segunda fase cuando enfrenten a Alemania, en partido válido por la segunda fecha del Grupo F en la Eurocopa 2020.
La figura de CR7 es referencial para su equipo por la eficacia frente al arco rival, cualidad que le ha permitido convertirse en uno de los mejores jugadores de los últimos años y uno de los grandes goleadores de la historia. Pero el ariete luso también hace noticia con frecuencia fuera de la cancha, ya que es un mega fanático de los autos de lujo y superdeportivos, con una colección fastuosa e impresionante.
Por su garaje han desfilado las marcas más importantes del mundo, con modelos exclusivos por lo que ha debido pagar cientos de millones de dólares. Sin embargo, no siempre el dinero alcanzaba para Ferrari, Aston Martin, Bugatti, Rolls-Royce, Porsche, Bentley o Lamborghini. O para pagar ocho millones de euros solo por un vehículo, como hizo el año pasado con el Bugatti Centodieci, o algo más recatado, como el Ferrari Monza por el que debió cancelar 1,6 millones de euros hace un par de meses.
Eso sí, desde que pudo adquirir su primer auto, se notó que su afición iba por los modelos más emocionales. Y el primer auto que adquirió el portugués, cuando estaba recién asomando en el Manchester United, fue nada menos que un Audi S3, una variante más agresiva que el A3.
El compacto hizo noticia cuando salió a la venta hace tres años en el sitio Stanvirtual, indicándose como un hándicap para el comprador que el vehículo había pertenecido a Cristiano Ronaldo, lo que se comprobaba con registro de automóviles de Lisboa.
El delantero lo compró de segunda mano, cuando tenía 19 años. Lo inscribió en septiembre de 2004 y, según versiones de prensa, el ariete lo mandó a pedir a Italia.
Dicho Audi S3 pertenecía a la primera generación del Audi A3 (del año 2000) y contaba con un motor de 1.8 litros turbo que desarrollaba 225 Hp, asociado a una caja manual de seis velocidades y con tracción quattro.
Pese a que un Audi S3 de esos años tendría un precio entre 6.000 y 10.000 euros, según especificaban sitios especializados, el propietario del auto lo quería vender en 20.000 euros, valor que solo aumenta por haber pertenecido al portugués.