Triumph está empecinado en seguir conquistando adeptos en el segmento trail. Así queda claro con la llegada al país de la nueva generación de la Tiger 900, cuyos argumentos son un nuevo motor (misma potencia, pero con mejor entrega), mucha más tecnología y una estética más agresiva.
Vamos por parte. Primero, estrena un motor tricilíndrico en línea que crece en cilindrada respecto de la generación saliente, pasando de los 800 cc a los 888 cc. Si bien conserva los 94 Hp de potencia, mejora su par motor un 10% (87 Nm a 7.250 rpm). Además de nuevos componentes, que mejoran su rendimiento dinámico, su bloque Euro 5 varía el orden de encendido a 1-3-2, lo que, a su vez, modifica su carácter y sonido.
Luego, la Triumph Tiger 900 también estrena chasis, lo que le permite colocar el motor 40 mm más adelante y 20 mm más abajo, lo que mejora la distribución de pesos y brinda un mejor equilibrio a baja velocidad. Por su parte, el nuevo sistema de refrigeración de doble radiador aporta un estilo más imponente, pero, por sobre todo, disipa mejor el calor y lo evacúa lejos del piloto.
El lápiz de Hinckley
A nivel estético, los diseñadores de la Tiger 900 se lucieron. Parte de su gran atractivo se encierra en un grupo óptico delantero que en comparación con la Tiger 800 es infinitamente más pequeño. Su tecnología led permite aunar los elementos sin perder capacidad de iluminación e incluir la firma de la luz diurna por la parte superior. El aspecto es afilado y ultra-agresivo.
Sobre el pequeño faro se coloca una pantalla alta de serie y con regulación manual en cinco posiciones, además de unos pequeños deflectores laterales. Un poco más atrás se encuentra un depósito ancho que encierra 20 litros de combustible en su interior.
Otra modificación sutil, pero importante es que las estriberas van ahora atornilladas, algo muy beneficioso en caso de caída y para quien realice conducción off-road.
Una Tiger para cada ocasión
Como es costumbre en Triumph y, en especial, en la gama Tiger, existen distintas versiones de la nueva trail de media cilindrada británica, las cuales van desde la más asfáltica hasta la más off-road.
Si bien la Tiger 900 secas existe, esta variante de acceso no llegó a Chile. La gama local parte con la Tiger 900 GT ($11.790.000), la cual se distingue del modelo convencional por una pantalla TFT a color más grande, de 7″, y unos mandos con joystick de cinco direcciones retroiluminado.
Asimismo, sus posibilidades electrónicas se amplían gracias a la instalación de una nueva unidad inercial IMU de Continental, a través de la cual funcionan otras asistencias de gran interés como el ABS en curva, el control de tracción en curva y el control de velocidad. Además, a los modos Road y Rain, el usuario tiene a su disposición dos modos de conducción adicionales: Sport y Off-Road. La Triumph Tiger 900 GT también añade espacio de almacenamiento con una guantera para el móvil con toma de corriente USB y los siempre agradecidos puños calefactables.
Por si fuera poco, ésta es la única variante que dispone de una versión rebajada, que se denomina Triumph Tiger 900 GT Low ($11.790.000), con el asiento 50 mm más bajo (regulable entre 760-780 mm). También es más estrecha en la zona de unión del asiento y el depósito que en las anteriores ’800′, detalle muy útil para el conductor de baja estatura o el que quiere una trail lo más manejable posible llegando al suelo con los dos pies con total confianza.
La asfáltica más top
El modelo más avanzado en la vertiente más asfáltica es la Tiger 900 GT Pro ($13.290.000), la cual añade equipamiento que ayuda a tener mayores posibilidades de confort y prestaciones. Así, por ejemplo, su monoamortiguador diseñado en colaboración con Marzocchi permite un ajuste electrónico desde la pantalla TFT en cuatro alternativas preconfiguradas: piloto, piloto con equipaje, piloto con pasajero, y piloto con pasajero y equipaje.
También añade un modo de conducción ‘Rider’ que es totalmente personalizable. El cambio semi-automático, en tanto, hará los viajes más divertidos y cómodos, mientras que los asientos calefactables (con ajuste separado para piloto y pasajero desde la piña o desde el lateral para el pasajero) darán un plus de abrigo en días de frío intenso.
Por su parte, el sistema de monitorización de presión de los neumáticos TPMS, permite tener controlado este parámetro en todo momento. Por último, se añade el sistema de conectividad My Triumph, a través del cual se puede enlazar las funcionalidades de tu teléfono móvil inteligente, algo cada vez más demandado en las motos.
Para los más aventureros
Para quienes quieren una verdadera trail, viajera y con aptitudes para hacer off-road del bueno, Triumph ofrece la Tiger 900 Rally ($12.990.000), la cual opta por Showa para las suspensiones, con una horquilla de 45 mm de diámetro y 240 mm de recorrido y un monoamortiguador de 230 mm de recorrido, con ajuste manual de precarga, rebote y compresión en ambos ejes.
Otro plus para sus capacidades camperas está en la rueda delantera, de 21″. Estos dos cambios marcan ya de manera clave el carácter más endurero de esta versión.
Finalmente, llegamos a la tope de gama, es decir, la Triumph Tiger 900 Pro ($13.990.000), donde el ABS y el control de tracción tienen una configuración más permisiva e incluso son desconectables. Llega con el modo de conducción Rider editable, pero también es exclusivo de este modelo el modo Off-road Pro, con un comportamiento más capaz y extremo.
Por lo demás, su equipamiento se completa a un nivel ‘top’, con el sistema de conectividad My Triumph, cambio rápido, asientos calefactables con ajuste separado piloto-pasajero, luces anti-niebla y sistema TPMS añadido a todo lo que viene en la Rally normal.