Según expertos, un auto estacionado al Sol puede elevar su temperatura interior entre 10 a 20 grados por sobre el calor que hace afuera, lo que quiere decir que puedes encontrarte al entrar con más de 50 grados incluso. En ese caso, los asientos queman, al igual que el volante y los cinturones pero, además, el ambiente puede ser irrespirable.
De ahí, que se diga que los efectos del calor en el conductor pueden equipararse a los generados por el alcohol -aproximadamente 0,5 gr/l de alcohol en sangre-, causando así cansancio, fatiga, somnolencia, agresividad y, por supuesto, falta de atención.
Es por eso que disponer de la temperatura adecuada en el interior del habitáculo es vital para nuestra seguridad y confort durante la marcha. En tanto, que al no ser posible evitar el calor del verano, nuestra misión es la de adecuar el auto a esas circunstancias.
A continuación, te entregamos una serie de tips para mantener el auto fresco cuando los rayos de sol no nos dan descanso.
1.- Deja salir el aire caliente del auto
Lo primero que debes hacer al subirte a ese auto que registra una temperatura de infarto, es abrir las ventanas para renovar el aire del interior del habitáculo. Si dispones de tiempo, lo mejor es abrir las ventanas y dejar las puertas abiertas de par en par para que todo ese aire caliente que estaba dentro, se renueve por el de afuera.
De caso contrario, si andas apurado, circula un par de minutos con las ventanas abajo para sacar el aire caliente del interior del auto. Una vez renovado y expulsado el microclima abrasador del interior del vehículo, ya puedes poner al aire a la temperatura más baja y con la potencia más alta (si lo deseas, claro).
Bonus track: Hay un truco japonés para enfriar el auto rápidamente. Una técnica muy sencilla y efectiva, que apenas te llevará unos segundos.
¿En qué consiste? Simplemente tienes que bajar una de las ventanas del vehículo, por ejemplo la que está en el lado del conductor, la cual debe quedar completamente abierta. Luego, abre y cierra la puerta del lado del contrario, en este caso la del copiloto, seis veces.
2.- Usa parasoles, cortinillas y láminas
En el mercado de accesorios para autos, existen una serie de elementos para impedir o minimizar la entrada de los rayos de sol. El más popular es, sin duda, el parasol, aquella “sombrilla” que se coloca en el parabrisas. Si bien esto puede parecer algo anticuado (a la par que antiestético), es realmente eficaz cuando se trata de mantener el interior del auto a una temperatura razonable.
Misma función cumplen las cortinillas para las ventanas y las láminas para los vidrios. Eso sí, hay que tener en cuenta cuáles son las que permite la nueva ley para vidrios polarizados en Chile. Revísala aquí.
Por otro lado, también es recomendable usar protectores para el volante y fundas para los asientos (sobre todo si son de cuero), porque si el auto se encuentra estacionado a pleno sol, sentarse adentro será una verdadera prueba de fuego.
3.- Utiliza correctamente el aire acondicionado o climatizador del auto
Es cierto, la mejor forma de enfriar el interior del auto es usar el aire acondicionado o el climatizador. Pero hay que hacerlo bien:
Los expertos recomiendan que la temperatura del habitáculo sea de 23℃. Sin embargo, en verano tendemos a bajar más la temperatura debido al extremo calor del exterior. Esto, junto con la mala costumbre de dirigir las salidas de aire hacia los ocupantes, puede provocar grandes contrastes térmicos en los pasajeros que terminen en resfriados. Algo que, por supuesto, no queremos.
Entonces, lo ideal es mantener el auto a la temperatura indicada y dirigir las salidas de aire en todas direcciones.
Asimismo, recomendamos hacer una revisión de pretemporada para ver si los filtros están listos para afrontar dicha etapa estival.
4.- Lava el auto con más frecuencia
Puede parece una estupidez, pero no lo es. En los autos limpios hace menos calor, es un hecho. Así que lavar el auto con mayor frecuencia tiene su recompensa en verano. ¿Por qué? Porque de esta manera se consigue reducir la temperatura de la carrocería y otros componentes exteriores.
Eso sí, siempre hay que lavarlo en las horas menos soleadas, de esta manera el agua no se evapora tan rápidamente.
5.- Estaciona tu vehículo a la sombra
Puede parecer algo evidente y, en realidad, lo es.
Cuando el calor azota es mejor que tener que caminar un poco más hasta nuestro destino si, a cambio, conseguimos estacionar el auto a la sombra. Busca un estacionamiento con algo de sombra o de cubierto y, si es subterráneo, mejor. De esta manera, además de conservar la temperatura, proteges la pintura.
Quizá te sobre el paseo, pero cuando entres en el auto y este no sea un horno, lo agradecerás.