El consumo de combustible siempre ha sido tema de preocupación y debate, sobre todo hoy con el precio de la gasolina por la nubes y en constante aumento. De ahí, que en la decisión de compra de un auto, el factor rendimiento sea muchas veces determinante en la elección.
Pues bien, generalmente, este dato, de cuántos kilómetros por litro rinde un modelo u otro, aparece en sus respectivas fichas técnicas. Se trata de un valor, que junto con el de las emisiones de dióxido de carbono, se consigue tras pasar un proceso de homologación vehicular.
En el caso de Chile, es el Centro de Control y Certificación Vehicular (3CV), dependiente del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, el organismo encargado de realizar este proceso, el cual se lleva a cabo en condiciones de laboratorio.
Según aclara el 3CV en su sitio web, estos valores son referenciales, pues el rendimiento efectivo de un vehículo, depende también de factores como los hábitos de conducción, las mantenciones o las condiciones ambientales y geográficas, por ejemplo.
Un 20% más
Dicho esto, ¿cuánto gasta realmente un auto? Al respecto, la Comisión Europea realizó un estudio sobre el consumo de combustible y emisiones de C02 reales de vehículos en circulación. Para ello, utilizó datos de 988.124 ejemplares matriculados en 2021.
Según el organismo, esta muestra representó el 10,6% de los autos y el 1,0% de las minivans matriculadas por primera vez en Europa ese año.
Pues bien, lo que se hizo fue comparar la información recopilada por el OBFCM (On-Board Fuel Consumption Meter) de los vehículos, con los correspondientes datos oficiales aportados en la homologación del vehículo (que en el caso europeo es el WLTP).
Así, el estudio concluye que el gasto real es un 20% superior al oficial, al homologado por las marcas. Un desfase que aparece en todas las motorizaciones, tanto las de gasolina, como las diésel y las híbridas enchufables.
En concreto, el informe explica que la diferencia media observada entre las emisiones de CO2 y el consumo de combustible reales y el reportado en los documentos oficiales de los vehículos nuevos matriculados dicho año en la Unión Europea fue del 23,7% (34,6 g de CO2/km), en el caso de los autos de gasolina; y del 18,1% (27,8 g de CO2/km), en el caso de los petroleros.
Por su parte, en los vehículos híbridos enchufables matriculados en 2021, las emisiones de CO2 reales fueron, de media, 3,5 veces (100 g CO2/km) superiores a las oficiales, lo que, para la Comisión Europea, “confirma que estos autos no están aprovechando actualmente su potencial, en particular porque no se cargan y conducen de forma totalmente eléctrica con la frecuencia que se debería”, pudiendo ser motivado por la falta de una infraestructura adecuada de carga.
La entidad resalta también la “amplia diferencia” que hay en el caso de los vehículos más pesados, como los SUV y los autos de lujo, cuyas emisiones ya son “significativamente mayores” que las de otros automóviles.
Una diferencia que “podría agravar los efectos de las tendencias observadas en el parque automovilístico, en el que el tamaño y el peso medios de los vehículos han aumentado, reduciendo los efectos de las mejoras en la eficiencia del combustible”, puntualiza la entidad.