¿Cuánto tarda un auto en hundirse en el agua?
¿Segundos, minutos? Unos instantes. El tiempo de reacción para salir airosos de esta situación es crucial. Así como también que ciertos elementos del auto funcionen bajo el agua. De ahí, la llamativa prueba de seguridad implementada en Australia para estos casos.
El otro día hablábamos de los ADAS, de aquellos sistemas de asistencias a la conducción, que pueden intervenir en nuestro manejo, gracias a su facultad para detectar el peligro y reaccionar ante él de forma muy superior a la de un ser humano.
Más allá de ellos, sin embargo, continúan habiendo situaciones de riesgo que escapan a cualquier mecanismo de control, propiciadas, por ejemplo, por las cambiantes condiciones climáticas de un lugar determinado.
De ahí, que a los test de choques de rigor, la Ancap, el organismo australiano encargado de evaluar la seguridad en los vehículos -símil de la EuroNcap en Europa, la NTHSA en Estados Unidos y la LatinNcap en Latinoamérica-, ha decidido poner a prueba a partir de este año, la protección de los ocupantes de los autos debajo del agua.
Así como se oye, y a raíz de las repentinas y torrenciales lluvias que afectan a Australia provocando catastróficas inundaciones, dicha entidad ha decidido implantar una prueba que certifique la posibilidad de escapar del habitáculo durante un periodo de tiempo bajo el agua.
Si bien cuando un auto cae al agua, la rapidez con que actúan sus ocupantes es clave para poder salir de éste -pues se estima que tarda entre 30 segundos y dos minutos en hundirse-; para que un vehículo reciba la calificación de cinco estrellas de Ancap, deberá ser “escapable” durante al menos 10 minutos.
De esta manera, los fabricantes deberán proveer en sus autos un mecanismo que asegure la apertura de puertas y ventanas debajo del agua durante el tiempo estipulado. Asimismo, deberán proporcionar una forma para que los ocupantes rompan las ventanas en caso de que dicho sistema falle.
En palabras de la directora de ANCAP, Carla Hoorweg: “Una rápida respuesta, después de un accidente, es un elemento crítico para garantizar la supervivencia. Los sistemas de seguridad requieren que los dispositivos electrónicos del vehículo permanezcan operativos una vez sumergidos, de modo que las puertas y ventanas de los automóviles puedan abrirse”.
Sin duda, estas pruebas ayudarán en un área hasta ahora sin clara regulación y que permitirán aumentar la protección a los ocupantes en caso de verse envueltos en esta peligrosa situación. Mientras se desarrollan y prueban dichos mecanismos, acá les dejamos algunos consejos que pueden salvar la vida en caso de hundimiento.
- Hay que intentar conservar la calma y no sucumbir al pánico, pues bloquea mentalmente, agota con rapidez y hace consumir mucho oxígeno. Los 30 a 60 segundos son cruciales, por lo que hay que recordar los pasos siguientes y salir del auto cuanto antes.
- Como decíamos, normalmente un vehículo demora entre 30 segundos y 2 minutos en sumergirse. Se debe aprovechar este tiempo para desabrocharse el cinturón y encargarse de que los demás pasajeros hagan lo mismo. Si hay niños, lo mejor es desabrochar antes a los mayores para que ayuden a liberar a los pequeños.
- Si todavía se puede, lo mejor es abrir la puerta para salir. Por el contrario, no hay que intentarlo si el auto está ya medio sumergido, ya que la presión del agua lo impedirá.
- Abrir cuanto antes las ventanas para que vaya entrando agua poco a poco. Si son eléctricas, el mecanismo funcionará todavía hasta unos tres minutos después de estar el coche en el agua. Y si ya no funcionan habrá que romperlas con algún objeto contundente (no está demás llevar en la guantera un pequeño martillo de emergencia con cuchillo especial para cortar cinturones). También se pueden romper extendiendo las piernas y golpeando el centro del vidrio con los dos pies con mucha fuerza. No hay que intentarlo con el parabrisas, ya que es mucho más resistente que las laterales. Si no se consigue, hay que esperar a que el auto se vaya llenando de agua para equilibrar la presión y poder abrir las puertas.
- En el momento de abrirlas habrá que hacerlo con fuerza, ya que la fricción del agua puede seguir ofreciendo cierta resistencia. Inspirar aire, ayudar antes a salir a los más pequeños y nadar hacia la superficie, siguiendo siempre las burbujas para no perder la orientación. Es conveniente quitarse los zapatos y la ropa de abrigo que impidan nadar con soltura.
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