¿Qué podría salir mal cuando se le encarga a un niño llevar el balón para dar inicio a un partido? Nada, si es que el menor cumple con su cometido. Pero no fue precisamente eso lo que ocurrió en la previa del encuentro que enfrentó a los Warrington Wolves y los Castleford Tigers, en Súper Liga inglesa de rugby. La niña comisionada de conducir un auto a baterías y pasarle la pelota al árbitro pasó dos veces por el centro de la cancha, sin detenerse, dejando a todos atónitos.

La menor encarnaba a la mascota de los Wolves ‘Whizzy Rascal’ y ahora el video de ella conduciendo el ‘mini BMW’ se ha vuelto viral. Al primer intento fallido, fue el jugador local Toby King quien ayudó a la niña a dar un giro en U y volver en dirección al centro del campo, donde la niña tampoco se detuvo y siguió en dirección contraria.

Según detalla el Daily Mail, el equipo de los Warrington Wolves no ha revelado ni lo hará la identidad de la niña. Los locales ganaron por 34 a 10, aunque a todas luces eso no fue lo que más apareció en los medios.