Las pruebas de impacto son una de las mediciones que muchos evalúan a la hora de hacer la compra de un vehículo. O por lo menos debería ser uno de los parámetros al momendo de la adquisición, más aún si se trata de vehículos familiares.
Para conocer un poco más acerca de la seguridad de reconocidas vans, la Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), el organismo que rige la seguridad vial en Estados Unidos y que se completamente autónomo puesto que no recibe dinero de las marcas para hacer sus pruebas, puso a prueba los modelos Toyota Sienna, Honda Odyssey, Chrysler Pacifica y Kia Carnaval.
Los resultados no fueron los esperados, ya que ninguna de las cuatro vans probadas obtuvo una calificación aceptable o buena en la actualiza prueba de choque frontal, que ahora enfatiza la seguridad de los asientos traseros.
La Chrysler Pacifica, Kia Carnival y Toyota Sienna tuvieron una calificación marginal, mientras que la Honda Odyssey sacó una calificación pobre.
Otro tema es que todos, menos el Sienna, carecen de recordatorios de cinturón de seguridad para los asientos de la segunda fila.
“La seguridad de los asientos traseros es importante para todos los vehículos, pero es especialmente vital para aquellos, como las minivans, que los clientes eligen específicamente para transportar a sus familias”, dijo el presidente del IIHS, David Harkey. “Es decepcionante que los fabricantes de automóviles no hayan actuado más rápido para aplicar la mejor tecnología disponible a la segunda fila de esta clase de vehículos”.
El IIHS lanzó la prueba actualizada de choque frontal moderada el año pasado después de que una investigación mostrara que en los vehículos más nuevos el riesgo de una lesión fatal ahora es mayor para los ocupantes con cinturón de seguridad en la segunda fila que para los de adelante.
Esto no se debe a que la segunda fila se haya vuelto menos segura. Más bien, el asiento delantero se ha vuelto más seguro gracias a las bolsas de aire mejoradas y a los cinturones de seguridad avanzados que rara vez están disponibles en los asientos traseros.
Incluso con estos avances, el asiento trasero sigue siendo el lugar más seguro para los niños, quienes pueden resultar lesionados al inflarse una bolsa de aire frontal, y la clasificación no se aplica a los niños asegurados adecuadamente en asientos de seguridad para niños.
En la prueba se coloca un segundo maniquí en la segunda fila detrás del conductor. El muñeco conductor tiene el tamaño de un hombre adulto medio y el dummy trasero tiene el tamaño de una mujer pequeña o de un niño de 12 años.
Los investigadores del IIHS también desarrollaron nuevas métricas que se centran en las lesiones que se observan con mayor frecuencia en los pasajeros del asiento trasero.
Para que un vehículo obtenga una buena calificación, no puede existir un riesgo excesivo de sufrir lesiones en la cabeza, el cuello, el pecho o el muslo, según registra el maniquí de la segunda fila. El maniquí debe permanecer en la posición correcta durante el choque sin “sumergirse” o deslizarse hacia adelante debajo del cinturón de seguridad, lo que aumenta el riesgo de lesiones abdominales.
La cabeza también debe permanecer a una distancia segura del respaldo del asiento delantero y del resto del interior del vehículo, y el cinturón de hombro debe permanecer en el hombro, donde es más efectivo. Un sensor de presión en el torso del maniquí trasero se utiliza para comprobar la posición del cinturón de hombro durante el choque.
Al igual que en la prueba original, la estructura del compartimento de ocupantes debe mantener un espacio de supervivencia adecuado para el conductor, y las mediciones tomadas desde el maniquí del conductor no deben mostrar un riesgo excesivo de lesiones.
Los cuatro monovolúmenes ofrecen una buena protección en el asiento delantero. Pero cada uno de ellos está plagado de múltiples problemas cuando se trata de la segunda fila.
“Los sistemas de sujeción en los cuatro vehículos dejan al ocupante de la segunda fila vulnerable a lesiones en el pecho, ya sea debido a fuerzas excesivas del cinturón o a una mala posición del cinturón”, dijo Jessica Jermakian, vicepresidenta de investigación de vehículos del IIHS. “Eso es preocupante porque esas lesiones pueden poner en peligro la vida”.
De los cuatro vehículos, sólo la Sienna, de calificación marginal, está equipada con pretensores de cinturón y limitadores de fuerza, tecnologías diseñadas para reducir las fuerzas del cinturón. Sin embargo, el maniquí trasero se sumergió debajo del cinturón de regazo y el cinturón del hombro se desplazó del hombro hacia el cuello del maniquí durante la prueba.
En los otros dos vehículos marginales, Carnival y Pacifica, el cinturón de seguridad ejerció demasiada fuerza sobre el pecho del muñeco. El airbag lateral de cortina de la Pacifica tampoco se desplegó durante la prueba.
Las fuerzas sobre el cuello del muñeco trasero estuvieron dentro de límites razonables en Pacifica y Sienna, pero sustancialmente mayores en Carnival, lo que aumentó las posibilidades de sufrir una lesión en la cabeza o el cuello.
En el Odyssey, que obtuvo una calificación baja, las fuerzas sobre la cabeza y el cuello eran aún mayores, y el video del accidente demostró que el cinturón de seguridad trasero permitía que la cabeza del muñeco se acercara demasiado al respaldo del asiento delantero, lo que también aumenta el riesgo de lesiones en la cabeza.