Comúnmente, vehículos del siglo XIX corresponden a museos u otros espacios de exposición histórica. No es el caso de este Mercedes-Benz Victoria de 1894. Este carruaje, sin caballos, tiene una licencia para circular en la vía pública en la localidad de Einbeck, de hecho, tiene su placa patente al día, según consigna el medio alemán Deustche Welle.
“Este es el vehículo que pasó sus genes a todos los otros autos. Lo único de este auto, es que es el auto más viejo que todavía tiene permiso para circular en calles alemanas”, declaró el dueño, Karl-Heinz Rehkopf.
El auto claramente sus peculiaridades. “Esto no es un volante, más que eso, es un un brazo de dirección”, relata el coleccionista alemán.
El llamativo bólido, tiene una pequeña palanca con el que se acelera el auto y tiene dos marchas. Al detenerse, lo primero que hay que hacer es ponerlo en neutro rápidamente. “Después puedo frenar con un pedal o un freno de mano a mi izquierda”, relata Karl-Heinz Rehkopf.
De más está decir que este auto está más que desactualizado para los estándares actuales. Pero, después de un análisis en profundidad y ciertas licencias, se le dio luz verde para salir a la calle.
“Este auto no tiene cableado eléctrico, por lo que sus focos no tuvieron que ser actualizados, lo que comúnmente es requerido. Además tampoco tiene luces intermitentes. Eso significa que sólo puede ser manejado de día y en buenas condiciones climáticas. El conductor, además, debe siempre llevar un disco de señalización”, señala el mecánico local, Burghard Niemietz.
Este ejemplar, no usa gasolina ni diésel. Funciona con éter de petróleo, que en estos días, solo es posible encontrar en farmacias. ¿Te imaginas ir a comprar unos paracetamol y al mismo tiempo aprovechar de cargar el tanque de tu auto en la farmacia?