En Chile, desde al menos hace seis años es posible matricularse en un curso de conductor en modalidad online, siempre y cuando se cumplan los requisitos mínimos establecidos por ley, tales como la edad o enseñanza mínima. Si bien este modo solo está disponible para quienes optan a una licencia no profesional, el Automóvil Club de Chile espera que pronto las licencias profesionales -cursos hoy detenidos por la emergencia del Covid-19- se sumen como una alternativa en plataformas e-learning.
En 2019 la entidad ya entregó una propuesta al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, enfocada en aquel minuto en los conductores de aplicaciones como Uber o Cabify. Ahora, esta flexibilización espera recibir un nuevo impulso ante el cierre de centros de estudios y los múltiples llamados a mantener el distanciamiento social.
“Lamentablemente, por esto del Covid-19 los cursos para quienes quieren optar a una licencia profesional se encuentran completamente detenidos y entre ellos se encuentran todos aquellas personas beneficiarias de becas sociales, fondos para el trabajo o Sence”, explica Alberto Escobar, gerente de movilidad y asuntos públicos del Automóvil Club de Chile.
El directivo detalla que esta idea había surgido a mediados del año pasado. “Si se considera que la gente que se dedica a las aplicaciones móviles trabaja del orden de 12 horas horas diarias, entonces había muy poco espacio para que pudiera asistir tres meses de forma continua a estudiar. Evidentemente, son tres meses en que estás cuatro o cinco horas diarias sin trabajar. De alguna manera se lanzaba esta legislación de plataformas, aunque sin dar las facilidades naturales para que se pudiera estudiar. Así nace esto que denominamos como modalidad blended.
Un vuelco a lo no presencial
Escobar dice que hoy, ante el contexto actual de pandemia, se hace necesario acelerar los cauces para que esto se convierta en una opción viable. “Esperamos que ahora que hay una necesidad mucho más apremiante y que, por otro lado, se ha demostrado que se puede trabajar desde la casa con el computador, que uno puede tener reuniones de directorio, de ejecutivos o venta, esto reciba luz verde por parte de la autoridad”.
Sobre si el resultado de conocimientos será equiparable a los logrados con un aprendizaje en modalidad presencial, Escobar está convencido de que efectivamente se logra dar con el objetivo. Cita como ejemplos programas de MBA de casas de estudio que desde hace años se imparten únicamente de forma remota. “Nosotros ya habíamos definido que algunas cosas podían ser sustitutivas. Por ejemplo, si tienes seis horas de manejo de extintores, podrían ser cinco vía virtual, como un tutorial, y tal vez solo una hora presencial. Evidentemente esa hora presencial es más valiosa porque la persona está dispuesta a asistir y dice ‘ya, bueno. Voy’ y se concentra mejor. Este curso es para gente que trabaja o quiere trabajar, entonces evidentemente el tiempo es el gran problema”, enfatiza.
Asimismo, el ejecutivo insta a que este tema sea revisado en las próximas semanas, de manera de ir destrabando la lista de aquellos que estaban cursando las materias o se disponían a hacerlo durante estos meses. De todas maneras, las clases prácticas seguirían en es formato, aunque representan cerca del 20% de la lecciones.
Escobar lo pone en simple: “el en caso de alguien que opta a un curso para obtención de licencia A3, que son 200 horas, se realiza actualmente en cuatro horas diarias durante 50 días. Una nueva modalidad podría reducir ese tiempo a solo 24 horas en salas y a las mismas 17 de conducción individual. Así se pasa de esos 50 días presenciales a solo 10 días en que hay que concurrir. Eso es un claro ejemplo. La gente del transporte trabaja muchas horas y darles facilidades es clave”, recalca.
Clase B, hoy en modalidad e-learning como única opción
Respecto de quienes al momento de decretarse las cuarentenas cursaban en modalidad presencial, el Automóvil Club les ofreció el modo online (también abierto a nuevos postulantes). Escobar estima que serían cerca de 3 mil alumnos quienes están terminando o terminaron la instrucción remota. Ahora, eso sí, deben esperar a que la situación país retome cierta normalidad para organizar las clases prácticas.
“Si me hubieras preguntado antes del Covid-19, te hubiera dicho que lo más complejo de esto es que se pierde la cosa de que puedes repreguntar o ese tipo de cosas. Hoy la verdad es que cuando llevo un mes trabajando todos los días hasta las 18h por el sistema online, o cuando veo que mi esposa imparte clases de universidad con alumnos preguntando e interactuando tal como en una sala, diría que dependerá de la edad. La gente joven maneja con mucha facilidad todo lo online. En definitiva se ha cruzado una barrera de la desconfianza, que era más bien prejuicio. Viéndolo en positivo, el paradigma de que siempre era mejor ir a clases, está en una severa discusión. Hoy la gente aprende a cortarse el pelo con un tutorial, ¿por qué no habría de aprender a usar un extintor o elementos de seguridad que lleva un auto? Solo hay que dejar lo práctico en presencial. Para allá apunta todo. Si teníamos ganas de hacerlo, esto nos aceleró y nos plantea un desafío muy entretenido".