El control de estabilidad es uno de los elementos de seguridad más importantes en los autos actuales -de hecho, es obligatorio en Europa desde 2014- y este 19 de mayo celebra un cuarto de siglo desde su implementación en un vehículo convencional: se trató de la Clase S de Mercedes-Benz. Se estima que solo en los países del Viejo Continente, el sistema creado por Bosch y bautizado como ESP (Elektronisches Stabilitätsprogramm, por sus siglas en alemán) ha evitado unas 15 mil muertes.
El control de estabilidad funciona automáticamente (con el sistema ABS) para frenar de forma selectiva determinadas ruedas del vehículo en situaciones de peligro, especialmente cuando se pone en riesgo la adherencia. Esto se consigue con la información de un computador que procesa las señales enviadas por sensores. Esta tecnología puede chequear hasta 25 veces por segundo que la dirección que desea el conductor a través del volante sea la real en la que se mueve el vehículo. Si estas no coinciden, el ESP actúa (y lo indica un testigo en el tablero).
Bosch sostiene que, junto con evitar 15 mil fallecimientos, también se ha permitido una reducción de 500 mil siniestros viales. Esto se explica ya que el control de estabilidad permite evitar hasta un 80% de las colisiones o volcamientos producidos por derrapes. Asimismo, hoy el 82% de los autos nuevos vendidos en todo el mundo, lo incluye. La empresa Bosch inició las investigaciones al respecto en 1983.
A 26 años...
Este elemento vital en la seguridad, que marca la diferencia entre apenas un susto o un accidente que puede tener consecuencias mortales, se hará recién obligatorio en Chile a partir de octubre de 2021, luego de una modificación legal de la que te contamos a fines de 2018 (ver nota). La obligatoriedad llegará a 26 años de la creación de este sistema y a siete de que se hiciera requisito en los países europeos.
Al menos el control de estabilidad llegará como norma antes de lo que tardaron los frenos ABS, que serán de serie en Chile a contar del próximo octubre 2020, 42 años después de que los creara la propia Bosch.
Latin NCAP, el organismo que prueba la seguridad de los vehículos que se comercializan en América Latina ha dicho que a una marca le significan US$ 60 la suma del sistema de control de estabilidad. El organismo desaconseja la compra de un vehículo que no lo incorpore y ningún auto sin el ESP puntúa más de una estrella.