El hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles en la industria del automóvil, está cada día más vigente. Ya lo veíamos hace una semana con la inauguración, por parte de Toyota, de la primera planta planta de generación de hidrógeno en Chile.

Y que marcas japonesas como ésta y también Honda ya dieron hace años un paso más en este sentido, y hoy no hacen más que confirmar sus intenciones y continuación en cuanto al uso del hidrógeno en sus modelos de producción serie.

De ahí, que actualmente existan otros fabricantes que se van dejando seducir por este elemento libre de emisiones y que busca ser el salvador de los motores de combustión, ya que se podrían mantener tal y como los conocemos ahora, tras algunas modificaciones para poder trabajar con el combustible verde.

Así, la última patente de Ferrari deja claro que también intenciones de trabajar con hidrógeno. Su reciente registro de febrero deja ver un sistema de propulsión híbrido, que conecta una mecánica de combustión para mover el eje trasero y un motor eléctrico para el eje delantero.

Curiosamente, el motor térmico está del revés. El dibujo muestra un seis cilindros en línea, cuyos elementos están en posición invertida. La culata, con sus árboles de levas y válvulas están abajo; en tanto, que el cigüeñal en la parte superior.

A ello, se agregan dos tanques de hidrógeno con forma esférica, que aparecen a cada uno de los lados de la mecánica, mientras que otro par, cilíndricos, se sitúan encima del bloque.

El problema de su disposición invertida, puede venir de la lubricación, concretamente de la recuperación del aceite. Se trataría de un problema de gravedad. Y es que en un motor convencional, el aceite cae al cárter, ya sea húmedo o seco, y es recuperado por las bombas de aceite.

Para eso, Ferrari propone un sistema de lubricación de cárter seco presurizado, con tres bombas dedicadas a la correcta circulación del aceite por el sistema, extrayéndolo o enviándolo cuando sea necesario.