La última novedad que recorre las calles de Santiago es un súper deportivo con esencia de Fórmula 1. Según se pudo ver en fotografías de Francisco Pérez (@franciscoperezfotografias en Instagram), quien gentilmente nos autorizó a compartir en nuestras redes sociales, en la capital chilena se vio un Dallara Stradale, única unidad de ese modelo en el país que se suma a llamativos modelos que han arribado por importación directa, como el Toyota Supra y Corvette C8.

Dallara es un nombre reconocido en las grandes competencias. Constructor de chasis para la F1, prototipos de las 24 Horas de Le Mans y la IndyCar, pero hace un par de años decidieron desarrollar su propio vehículo, creando esta verdadera belleza que es Stradale, el cual hace recordar las barquetas italianas sin el techo.

La idea de crear este modelo es de 2015, cuando Giampaolo Dallara reunió a un equipo de 20 ingenieros y 5 mecánicos para que dieran vida al proyecto. Dos años después el Stradale debutaba oficialmente, con sus 4,18 metros de largo; 1,87 metros de ancho y 1,04 metros de alto.

La exclusividad de este biplaza está dada por una producción de 600 unidades, las cuales tenían hace un par de años un precio de 155 mil euros cada una. Hoy esa cifra ya está cerca de los 200 mil euros, sin incluir opcionales.

A nivel de construcción, llama la atención el peso de apenas 855 kg, especialmente porque esconde en posición central-trasera un motor 2.3 EcoBoost de cuatro cilindros de origen Ford, el cual desarrolla 400 caballos de fuerza y 500 Nm, potencia que se va al tren trasero mediante un cambio manual de seis relaciones o una caja secuencial.

Para conseguir ese mínimo peso, la compañía italiana construyó un vehículo casi completamente de fibra de carbono, desde la carrocería hasta el chasis. Y la puesta a punto del modelo fue obra del ex piloto Loris Bicocchi.

En el interior, se prescinde de todo lo que no sea necesario para disfrutar al volante, por ende, solo cuenta con un tablero digital como el de los autos de competencia, lo que incluye asientos deportivos de fibra de carbono.

Una característica del Dallara Stradale es que también es muy personalizable. La edición básica, por ejemplo, no trae parabrisas, sin embargo, se le puede agregar, tal como se ve en la versión que se apreció en Santiago. Lo mismo sucede con las puertas, la unidad base no leva puertas, pero se puede solicitar con apertura tipo alas de gaviotas.

¿Qué tal este deportivo que se vio por las calles nacionales?