La decisión de las autoridades europeas de posponer de 2030 a 2035 el adiós a los motores de combustión para los autos de pasajeros parece haber cambiado la hoja de ruta de varios fabricantes, quienes ya no ven con tanto apuro el migrar desde los modelos a combustión hacia la electrificación forzada.
Esto además se ha visto impulsado con la ralentización del mercado de autos eléctricos, algo que a todos los fabricantes los ha llevado a recalcular las expectativas, como es el caso de Tesla, quien ha tenido que bajar los ritmos de fabricación en China.
Stellantis es un grupo que se ha visto especialmente afectado con este fenómeno, ya que luego de apostar en grande a la electrificación, ha tenido que dar pie atrás al no alcanzar los números de ventas esperados.
El Jeep Avenger es el modelo más pequeño de la marca norteamericana, diseñado para ser el modelo de entrada en suelo europeo, el cual además fue ofrecido inicialmente solo con motor eléctrico y un precio elevado que llegaba a los 40.000 euros.
Fue la misma Jeep quien dio pie atrás con esta estrategia al diversificar la oferta ante las bajas ventas, comenzando a montar el motor 1.2 turbo de la familia Puretech en el Avenger, logrando que el precio descienda casi un 50%, provocando un despegue inmediato en las ventas y abriendo la posibilidad de llevar este modelo a nuevos mercados, en el que ahora se incluye el chileno como potencial nuevo destino.
Lo mismo pasó con la gama de furgones como Partner, Berlingo y derivados, los cuales durante el periodo de pandemia comenzaron a ser ofrecidos únicamente con motores eléctricos en los mercados del viejo continente, eliminando las alternativas diésel de la gama disponible. Algo en que Stellantis también dio pie atrás, volviendo a ofrecer las variantes a combustión interna.
Ahora es Fiat quien puede continuar este camino con el 500e, un modelo lanzado solo como modelo 100% eléctrico en esta generación, pero quien parece que adaptará su gama antes de esperar un declive en las ventas. Esto debido a que se esperaba un crecimiento durante 2023, el cual llegaría a 90.000 unidades, frente a las 77.000 de 2022. Algo que finalmente no ocurrió, ya que el número de modelos fabricados casi no presentó variaciones, registrando los mismos 77.000 autos fabricados durante el año pasado.
Considerando esta variante, medios automotrices europeos comenzaron a especular que la marca italiana se encuentra desarrollando variantes a combustión del 500 para poder complementar la gama y motorizar a los conductores europeos que han visto cómo sus modelos de acceso se han encarecido en los últimos años, mayormente impulsados por la electrificación forzada.
En base a lo anterior, se espera que el Fiat 500 a combustión pueda montar a futuro el motor 1.2 Puretech de aspiración natural, el cual produce cerca de 75 HP en modelos como el Peugeot 208, lo que ciertamente ayudaría al pequeño 500 a alcanzar un precio más atractivo y cautivar a una mayor cantidad de clientes.
Como dato adicional, esto también servirá para poder hacer la competencia a modelos de origen chino, los cuales desde 2022 desembarcaron en todos los mercados europeos con precios que las marcas tradicionales ya habían abandonado, acaparando buena parte de las ventas de autos que están por debajo de los 30.000 euros.
¿Qué opinas sobre este revés en la industria europea?