En el incipiente mundo de los 4x4 eléctricos, el Land Rover Defender está llamado a ser uno de los protagonistas, igual que el esperado Mercedes-Benz EQG. Hasta ahora, se sabe que los británicos aprovecharán la actualización del todoterreno para incorporar a su oferta la variante a baterías, la cual convivirá un tiempo con las versiones térmicas.
Así como se oye, el Land Rover Defender eléctrico llegará de la mano del restyling de la actual generación, que cambiará la plataforma sobre la que se edifica. De la actual D7 Premium pasará a utilizar la MLA, una arquitectura compatible con sistemas de propulsión 100% eléctricos y sobre la que se plantarán también los futuros Range Rover y Ranger Rover Sport eléctricos.
Estéticamente no se esperan modificaciones dramáticas en el Land Rover Defender. Tampoco en un interior que recibió muy buena crítica a su llegada, aunque sí se supone que presentará mejoras en puntos clave hoy en día como el sistema multimedia o el entramado digital.
Por otro lado, el último informe acerca del proceso de electrificación del Defender deja al descubierto algunas cifras clave. Así, se prevé que su batería de iones de litio tenga una capacidad aproximada de 100 kWh. La meta de Land Rover es conseguir un todoterreno eléctrico con una autonomía mínima de aproximadamente 500 kilómetros.
Si todo va según lo previsto, el Defender eléctrico estará en disposición de irrumpir en escena en algún momento de 2025. Las primeras unidades llegarán a los concesionarios un año más tarde.