Piero Ferrari, hijo del fundador del fabricante de superdeportivos, diseñó un plan de sucesión que involucra a su activo más emblemático: las acciones de Ferrari NV.
Piero, de 77 años, vicepresidente de la compañía, creó este mes un fideicomiso familiar para supervisar la participación de aproximadamente el 10% que heredó de su padre Enzo Ferrari, según un documento regulatorio de EE.UU. presentado a última hora del lunes. Los beneficiarios del fideicomiso son la hija de Piero, Antonella, y sus nietos, Enzo Mattioli Ferrari y Piero Galassi Ferrari, aunque en vida conservará el control de voto sobre las acciones.
Piero Ferrari tiene un patrimonio neto de alrededor de US$4.600 millones, con la mayor parte de su riqueza vinculada al fabricante de automóviles italiano, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg. Un portavoz de Ferrari se negó a comentar más allá de la presentación regulatoria.
La medida da una visión poco común de los planes de sucesión para los superricos del mundo. Los multimillonarios transferirán más de US$2 billones en las próximas dos décadas, según una investigación de UBS Group AG y PwC, y la pandemia covid-19 ayudará a acelerar ese cambio.
La fortuna de Piero Ferrari se disparó en los últimos años, ya que las acciones de la compañía con sede en Maranello, Italia, aumentaron más del 300% desde que cotizaron en Nueva York en 2015. El multimillonario también posee una participación en el constructor italiano de yates de lujo Ferretti Group y es presidente de la firma de servicios de ingeniería HPE COXA.
La creación del fideicomiso no afectará el acuerdo que Piero alcanzó a finales de 2015 con Exor NV, el holding de la familia multimillonaria Agnelli y el mayor accionista de Ferrari con una participación de alrededor del 24%. Ese acuerdo es un compromiso de consulta “con el objetivo de formar y ejercer una opinión común sobre los puntos de la agenda de cualquier junta general de accionistas de Ferrari”.
Un portavoz de Exor también se negó a comentar más allá de la presentación del lunes.
Ferrari se encuentra en medio de un esfuerzo por convertir su histórica planta en el norte de Italia en un centro para automóviles que funcionan con baterías. La transformación subraya cómo incluso los fabricantes de motores de combustión más sofisticados se preparan para un futuro mayormente eléctrico.
El fabricante de automóviles planea invertir alrededor de 4.400 millones de euros (US$4.700 millones) para desarrollar modelos totalmente eléctricos e híbridos que comprenderán el 60% de su cartera para 2026, dijo en junio el presidente ejecutivo, Benedetto Vigna, durante el día de los mercados de capitales de la compañía.