Citroën celebra el aniversario número 75° del modelo que se ha convertido en un ícono y representa fielmente los pilares de la marca: popular, cómodo, sencillo, resistente y asequible, hablamos del Citroën 2CV que en Chile se hizo conocido como la Citroneta.
Su carrocería única y versatilidad fueron clave para un éxito que abarcó varias décadas, donde logró comercializar 5.114.969 unidades entre 1949 y 1990.
Este modelo fue diseñado en la oficina de diseño de Citroën en la Rue du Théâtre, en París, y puesto a punto en el centro de pruebas de La Ferté-Vidame, en la región de Eure-et-Loir, donde se presentó al público en el Salón del Automóvil de París el 7 de octubre de 1948.
Pero, ¿cómo nació este vehículo?
Este proyecto tiene sus raíces bajo el nombre TPV ”Toute Petite Voiture el cual nació en 1936 con el objetivo de proporcionar a las personas de bajos ingresos un automóvil económico y versátil. Su primer prototipo se presentó en 1937, el cual pesaba nada menos que 370 kilos y con solo un faro (la legislación de la época no requería dos).
Sus principales características era que podía transportar hasta cuatro personas y 50 kg de equipaje a una velocidad de 50 km/h. En un principio, se planeaba presentar 250 modelos de preproducción en el Salón del Automóvil de París de 1939, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial impidió que esto sucediera.
Los modelos que se habían construido fueron destruidos, excepto cuatro que se mantuvieron en secreto en el Centro de Pruebas de Citroën en La Ferté-Vidame.
En julio de 1949 fue finalmente cuando comenzó su producción, luego de haber sido presentado en el Salón del Automóvil de Paris, con un motor de dos cilindros refrigerado por aire, de 375 cc y 9 caballos de fuerza, una velocidad máxima de 50 km/h. Es aquí cuando Citroën revolucionó la industria automotriz con un vehículo económico y versátil para todo el mundo.
Su particular carrocería conquistaron rápidamente una parte importante de la población, no obstante, su gran éxito se debió a su variedad de usos, su modularidad, su ligereza, agilidad y comodidad. Además, era económico de mantener, por lo que era aún más pedido por el público.
Para 1950, los pedidos estaban llegando en avalancha, lo que hacía que los tiempos de entrega se extendieran a 6 años.
¿Cuándo llegó a Chile?
Tuvimos que esperar cuatro años para su llegada, donde se inició el proyecto de ensamblaje de unidades en la ciudad de Arica y en 1957 la marca de los chevrones se establece como productor con el nombre Citroën Chilena S.A.
Su debut lo hizo con una caja trasera y dotadas del nuevo motor estrenado en Francia con 425 cc y 13,5 Hp de potencia.
A principios de los años 60 se comienzan a fabricar las primeras 2CV “Tipo AZU”, que contaban con cuatro puertas, techo metálico y un maletero abierto tipo pick-up, ya que así descontaba impuestos. Este fue el modelo que los chilenos bautizaron como “Citroneta”, nombre que deriva de la mezcla entre Citroën y camioneta.
En 1979 la producción en Chile finaliza tras la llegada de fuertes competidores de vehículos japoneses que hacían económicamente inviable mantener la producción nacional.
Finalmente, en 1983, Citroën dejó de importar el modelo 2CV6, y con ello pone fin a una de las historias sobre cuatro ruedas más emblemáticas de la industria automotriz nacional.
Para conmemorar este aniversario, Citroën ha fotografiado desde un ángulo especialmente artístico ocho 2 CV icónicos del Conservatorio de Citroën.