Históricamente, el mundo del automóvil se asocia a los hombres. Sin embargo, fue una mujer, la que aceleró el futuro de la industria. Así es, Bertha Benz, esposa de Karl Benz, fue quien tomó cartas en el asunto, demostrando que el invento de su marido podía llegar lejos.
Fue Bertha Benz, la esposa, inversionista y socia comercial del inventor Karl Benz, la que llevó al Patent-Motorwagen a un largo viaje por el campo. Era agosto de 1888, cuando sin permiso de su esposo tomó el vehículo y junto a sus hijos Richard y Eugen emprendió un recorrido que los llevaría por las ciudades de Mannheim, Heidelberg, Wiesloch y Pforzheim, en el sur de Alemania.
Entonces, el farmacéutico del pueblo no estaba seguro si había oído bien a la mujer que entró a su tienda usando un vestido. También desconocía que él y su almacén se convertirían en la primera estación de recarga de combustible en la historia.
Más adelante la señora Benz necesitó de la ayuda de un herrero para reparar una cadena que se había roto, y poco antes de llegar, reparó una tubería de combustible que se había obstruido con un alfiler de su sombrero y aisló un cable de encendido con una liga. Por todo ello, Bertha Benz no solo se convirtió en la primera automovilista, sino también en la primera mecánica de autos del mundo.
En 2019, más de 130 años después de aquel hito, Mercedes-Benz hizo un reconocimiento a la mujer más importante de su historia en la industria, con un cortometraje que ilustra la gran hazaña.
Según la marca de la estrella, “ella creyó más que un auto, ella creyó en sí misma”.