MINI es una de las marcas que se subió con fuerza al camino de la electromovilidad. La tradicional firma anunció hace un par de meses que, en menos de diez años, todos sus modelos serán eléctricos.

El paso a una gama totalmente recargable comenzó a gestarse hace unos años, cuando Mini presentó una gama de modelos eléctricos en Estados Unidos que serviría como prueba para la tecnología del Grupo BMW.

Desde esa fecha, salvo una variante PHEV, no hubo mayores novedades, hasta que el año pasado debutó el primer MINI eléctrico de producción masiva. A nuestro país arribó hace un par de semanas, consiguiendo bastante aceptación con las primeras unidades.

Pero ¿es muy diferente el andar con un Cooper de tres puertas? La primera aproximación que tuvimos con este MINI Cooper SE fue en el Club de Planeadores, donde pudimos darle un par de vueltas en un pequeño circuito. Y la verdad es que esa pequeña muestra de lo que podía hacer nos agradó, pero comprobamos que la sensación de manejo es muy distinta a los otros MINI, lo que no significa que sea peor (o mejor).

Ese distinto sabor de boca lo repetimos cuando realizamos esta prueba, con el modelo eléctrico en nuestras manos por unos días.

Durante esos días, vimos que hay algo que no cambia y es la reacción que provoca Mini en las personas. La gente lo ve y aunque no sepa que es un auto eléctrico, se roba miradas y la carrocería genera simpatía. Nos ha pasado con los MINI Cooper tradicionales y ahora volvió a suceder.

Eso sí, aunque la similitud es grande entre el Mini cero emisiones y el que tiene motor a combustión, basta poner un poco de atención para percatarse de grandes diferencias.

Lo primero que se aprecia es la parrilla cerrada, con una pequeña rendija, pero sin otras entradas de ventilación. Junto a esta máscara, vemos los grupos ópticos con luces LED (que también incorpora la actualización del resto de la gama MINI) y una serie de detalles de color amarillo que hacen identificable esta variante, color que se aprecia en las carcazas de los espejos laterales, en la letra S instalada en el frontal, en las molduras de los umbrales de las puertas, en las líneas de las llantas de 17′' y en el símbolo de la motorización eléctrica que asemeja a un enchufe ubicado en el portalón trasero.

En la zaga, el parachoques también es diferente, ya que no cuenta con salidas de escape y la imagen es mucho más limpia.

En el interior el ambiente es similar al de los otros Mini, con asientos envolventes con distintas combinaciones de cuero sintético y alcántara, además de superficies interiores de nuevo diseño y volante deportivo de cuero de tres rayos con el logotipo Mini Electric.

Se mantiene también el diseño del tablero digital flotante con forma ovalada de 5.5′' tras el volante y el sistema de infoentretención en el que destaca una pantalla tocuh de 8,8′' inserta en una gran circunferencia que en su aro varía los colores.

La tecnología de conectividad es un punto alto en este modelo. El Smartphone se puede enlazar de forma inalámbrica, tanto para Apple CarPlay y Android Auto, y además hay un cargador inalámbrico, que se ajusta al tamaño del celular, en el espacio que está bajo el apoyabrazos. Buen detalle que algunas marcas Premium todavía lo ven como algo innecesario al parecer.

La información que recibimos en el tablero sí es distinta y va marcando la diferencia. Por el costado izquierdo vemos los indicadores de potencia y de la regeneración de energía, mientras a la derecha se ve el porcentaje que va quedando de esa energía. Además, el tablero ofrece otros datos como la temperatura exterior, la autonomía, dejando en el centro el velocímetro digital.

La comodidad que encontramos también está de la mano con lo que uno espera en un Mini. El conductor tendrá una posición de manejo correcta, con asientos envolventes, con sujeción y buena visibilidad, pero en las plazas traseras el espacio ya es bastante menor, con poco espacio para las piernas de los ocupantes, lo que se suma al túnel de la transmisión, que llega hasta el borde de asientos traseros junto a un enorme posavasos. O sea, espacio justo para otras dos personas.

El MINI más racional

El andar del nuevo MINI Cooper SE es bastante especial y hay que acostumbrarse a un estilo nuevo, el que no pasa solo por la suavidad y lo silencioso de su andar. A nivel motriz, la fuerza la genera un bloque eléctrico que desarrolla 184 Hp y un par de 270 Nm de torque, asociado a una caja automática de marcha única que envía la fuerza al eje delantero. Con esto supera al Cooper S de 3 puertas que tiene 175 Hp.

Un detalle de la estructura de este Mini, el cual facilita el buen andar, es que tiene un despeje de 128 mm del piso (los Mini de 3 puertas tienen 143 mm) y la batería de iones de litio, ubicada en la parte inferior del vehículo en forta de T, no solo no le quita espacio al habitáculo, sino que le permite tener un centro de gravedad más bajo.

Esto es fundamental para conseguir una buena sensación de manejo. Y si bien no se experimentará el mismo Go Kart Feeling de otros modelos, sí encontraremos una respuesta ágil y precisa, tanto en la dirección como en la entrega de potencia.

Como en todo eléctrico, la salida es un punto fuerte y no encuentra rivales en los primeros metros gracias a la entrega inmediata de torque. Luego, la fuerza la vamos encontrando de manera progresiva, sin titubeos, todo apoyado por una dirección que, aunque se siente asistida, entrega tacto y nos permite estar en conocimiento de lo que pasa en el asfalto, dándonos siempre la posibilidad de movernos con celeridad y agilidad. En eso no pierde nada.

La suspensión sí se percibe distinta. Más suave que en otros modelos, se encarga de copiar con relativa simpleza los baches, aunque habrá ocasiones en que el golpe se hará sentir en el habitáculo. Pero esa misma suspensión nos permite ir muy firmes al piso, enfrentar curvas sin movimientos extraños, siempre con dominio del vehículo y con mínimos traspasos de peso (pero más notorios que en un Cooper S).

El sistema de frenado también logra nota alta, lo que comprobamos con más eficacia en la primera impresión de manejo en Club de Planeadores, donde aprovechamos para realizar un frenado extremo y el resultado fue más que satisfactorio, considerando que no es un deportivo.

Considerando todos los elementos señalados, nos vamos quedando con la idea de una nueva esencia para MINI, la que se debe considerar al momento de analizar este eléctrico. Está pensado para un manejo casi netamente urbano debido a que la autonomía homologada es de apenas 234 kilómetros, una cifra bastante menor a la que entregan otros eléctricos. En eso le queda por avanzar.

El sistema de carga sí es similar al de otros modelos con esta tecnología y si se “llena el estanque” en una estación de carga rápida, tendremos el 80% en poco más de media hora. Ahora, en un Wallbox de 11 kW que puede instalarse en la casa, el tiempo de espera ya llega a las 3,5 horas, mientras en una toma corriente convencional para cargar por completo las baterías se necesitan más de 15 horas.

Ahora, si esto lo llevamos a gastos, lo que se invierte es un cuarto de dinero del que se gastaría usando gasolina, lo que claramente es un punto a considerar, pero hoy no es un factor a la hora de compra considerando que el precio de este Mini es bastante alto ($ 34.490.000). Claramente quien adquiere un MINI eléctrico no lo hace por el ahorro mensual.

Otro aspecto que nos llamó la atención de este vehículo es que permite una gestión inteligente de la carga. No solo se puede enchufar, también se puede elegir y programar la hora de recarga desde la pantalla del sistema de infoentretención. Acá, podemos decidir el horario en que queremos cargar el auto y ajustar desde el nivel de carga (bajo, medio o alto), al tipo de potencia (alterna o continua), evitando que, en algunos casos, salte el automático de la casa por recarga.

Por todo esto decimos que para este tipo de vehículos se requiere actualizar el chip interno para un nuevo ritmo de vida. Hay que aprovechar mejor la energía, no malgastarla en salidas explosivas ni aceleraciones repentinas. Hasta el sistema de aire acondicionado se puede llevar buena parte de la energía, lo que nos hizo andar con más cuidado para no quedar expuestos a estar sin carga.

Pero, así como es sencillo que se vaya la energía, también ofrece otras opciones para mantener a raya el gasto. Por ejemplo, en la botonera del tipo avión que está bajo el centro de infoentretención, hay un botón que permite ajustar en dos niveles la retención. En el modo más suave, uno suelta el pedal del acelerador y el vehículo va regenerando energía frenando de manera suave, pero en el modo más extremo, soltar el acelerador es casi frenar el vehículo (se enciende la luz de freno por seguridad), pero cuesta acostumbrarse a este sistema tan reactivo.

La otra manera de ahorrar energía pasa por los cuatro modos de manejo. Mid, Sport, Green y Green+. Entre estos estilos hay diferencias notorias, en Mid uno se puede desplazar con tranquilidad, pero en Sport gana un poco más de reacciones inmediatas. En los modos Green y Green+ se favorece el uso de la energía, e incluso en el más “ecológico” (Green+) se desactivan funciones de confort como la calefacción y el aire acondicionado para privilegiar la autonomía.

En conclusión, un modelo que en imagen puede ser muy similar, que mantiene la estética alegre y amena, pero que en el alma modifica la esencia, pasando a ofrecer un esquema de movilidad más racional (con lo poco racional que significa tener un Mini, ya que casi siempre es más emocional su compra), en el que se puede programar la recarga y manejar de ciertas manera que se pueda estirar un poco la escasa autonomía, siempre con el estilo vanguardista, con alta tecnología de vanguardia y un muy nivel de seguridad. Sin duda, un primer paso más que positivo hacia ese futuro eléctrico que promete Mini.

Ficha TécnicaMINI Cooper SE
Motor:eléctrico
Potencia:184 Hp
Torque:270 Nm
Caja:1 marcha
Tracción:delantera
Largo x ancho x alto (mm):3.850 mm x 1.727 mm x 1.432 mm
Distancia entre ejes (mm):2.495 mm
0 -100 km/h7,3 segundos
Maletero211 litros
Precio:$ 34.490.000