Puede que no sea el mejor contexto para festejarlo, pero los motivos no le faltan. El Ford Mustang conmemora justo este 17 de abril un nuevo aniversario y lo hace siendo el deportivo más exitoso a nivel mundial por quinto año consecutivo, una marca que refrenda la alcanzada en agosto de 2018 cuando Ford alcanzó las 10 millones de unidades producidas (ver nota). Por si ello aún no fuera suficiente, el pony car americano ha sido por 50 años el sport car más comercializado en Estados Unidos, un hito solo comparable con F-Series en ese mismo país o con el Golf en toda Europa.
“Estamos orgullosos de nuestra gama Mustang y de su rendimiento”, ha declarado Jim Farley, consejero delegado de Ford Motor Company. “Desde Suecia a Shanghái, cada vez más fans del motor disfrutan de la sensación de libertad del Mustang. Nos sentimos honrados de servir a nuestros usuarios y fans de Mustang desde hace 56 años”, sumó el directivo estadounidense.
Lejos de los problemas que enfrenta la industria en el presente como consecuencia del coronavirus, en 2019 el Mustang mostró una muy buena salud. Solo por nombrar ejemplos, el muscle car aumentó un 33% sus ventas en Alemania, un 50% en Polonia, mientras que en Francia casi dobló las preferencias. Eso sí, en el comparativo interanual entre 2019 y 2018 el Mustang bajó en 11 mil colocaciones (en el ejercicio 2018 había inscrito 113 mil ejemplares).
Números más, números menos, el Ford Mustang tiene la fórmula del éxito y por ahora nadie ha podido darle caza.
Un caballo brioso, como su éxito comercial
¿De dónde proviene el caballo al galope que deja en segundo plano al mismísimo emblema de Ford? La marca de Michigan ha sostenido que la documentación específica del origen ya no existe, pero la explicación más aceptada dice que el diseñador John Najjar, uno de los responsables del proyecto, se inspiró en un avión P-51 Mustang de la Segunda Guerra Mundial.
La idea, eso sí, fue tomada con recelo por la plana directiva del gigante automotor, que no quería relacionar al modelo con temáticas de guerra. Así, la denominación ‘Mustang’ fue aceptada solo cuando se asoció a la raza de caballos salvajes norteamericanos conocida por su espíritu nómade, su gran resistencia y fortaleza muscular.