Lionel Messi compartiendo un asado en la casa de Luis Suárez. Diego Armando Maradona bailando cumbia en el camarín de los Dorados de Sinaloa. Pep Guardiola dando un discurso a los jugadores del Manchester City antes de saltar a la cancha. Una pareja de hinchas del Sunderland preguntándose por qué nunca les tocaba a ellos festejar. La intimidad del fútbol cuando la pelota deja de girar se ha convertido en el último tiempo en un faro para plataformas de streaming como Netflix o Amazon Prime, las cuales están desarrollando producciones que empiezan a convertirse en una interesante alternativa de negocio para los clubes.
Pero esta alternativa comenzó hace más de 15 años. El pionero, antes del auge de las nuevas plataformas, fue el Club Atlético Atlas de Argentina, cuadro que milita en la serie D, la última división del fútbol transandino y que durante años fue de los peores del campeonato.
En 2006 cambiaría la historia (no así sus resultados) de este modesto equipo, ya que comenzó a emitirse a través de Fox Sports para toda Latinoamérica el programa Atlas, la Otra Pasión, un docurreality que ya cumplió 15 temporadas al aire.
“Me lancé a hacer un proyecto independiente con mi productora y que tuviese que ver con ese mundo tan especial del ascenso. Y me dije: ¿Por qué no ocuparme del más débil de los débiles? Me fijé quién era en ese momento el club desafiliado de primera D, es decir el último de los últimos. Era Atlas. Contacté con su vicepresidente, Ricardo Cánepa, y ahí empezó todo”, comentó hace unos años Maximiliano Ambrosio, productor general e impulsor del programa.
El éxito del programa alcanzó niveles insospechados, otorgándole a un equipo sin figuras un reconocimiento continental.
El efecto de la televisión por cable permitió entonces que se acercaran importantes auspiciadores, desde hoteles para la concentración, a sponsors exclusivos para el arquero o transnacionales como Nike, que comenzó a vestir con ropa de primer nivel al equipo. Las penurias del fútbol amateur que se mostraban por la pantalla y que lograban identificación con la esencia más pura del fútbol iban de la mano con nuevos negocios, con personas que iban a conocer el estadio donde hacen de locales. Incluso álbumes se llegaron a poner a la venta.
Siguiendo un poco ese camino, en nuestro país se estrenó el año pasado Rodelindo Román: del Barrio al Mundo. El docurreality de 26 capítulos es parte del proyecto de Arturo Vidal, quien sueña con llevar al profesionalismo a su club de origen, enclavado en uno de los barrios más populares de Chile.
Para eso, también incursionaron en el género audiovisual, exposición que igualmente ha atraído auspiciadores que permiten otorgar mejores condiciones a los jugadores, a quienes se les ve en la serie desde manejando Uber a las celebraciones por los triunfos.
Según informó el equipo, “la producción contó con buena acogida por parte de los televidentes, destacando la pasión, el esfuerzo y perseverancia como la principal característica de quienes visten la camiseta verde y blanco”.
La exposición televisiva de Rodelindo Román también ha ido de la mano con el acercamiento de patrocinadores que no están en esta serie. Uno de ellos es Umbro, firma que viste al equipo y que comercializa la camiseta tanto en tiendas como en el e-commerce.
Entre los motivos que tienen para posicionarse en el equipo que campeonó en la Tercera A el año pasado, Francisco Seré, gerente de marketing de la compañía, dice que “para Umbro el fútbol es un deporte que va más allá del hiperprofesionalismo y de jugadores que son casi superhéroes. El fútbol lo hacemos todos: los hinchas, los jugadores, los que juegan con amigos, en canchas de césped, tierra o cemento. Los que se apasionan, se divierten, sufren y viven con el fútbol. Es una actividad democrática y transversal”.
» Grandes producciones
Una de las series mejor logradas que se pueden ver por estos días es Sunderland Til I die (Sunderland hasta la muerte). El equipo del norte de Inglaterra vivió momentos de gloria, pero desde hace unos años descendió a categorías menores del fútbol inglés.
Para permitir la grabación de dos temporadas, el club recibió de Netflix US$ 4,9 millones, una cifra que permite un poco de alivio a un cuadro con problemas financieros.
Pero no sólo beneficios directos recibió Sunderland. Su estadio (el Estadio de la Luz) se ha convertido en un lugar turístico para quienes visitan la ciudad. Además, debido a lo apasionado de sus hinchas, ganó adeptos en distintas partes del mundo. Uno de los más reconocidos es Morten Anderson, una leyenda del fútbol americano, quien reconoció que “la serie me ha enseñado mucho sobre la ciudad de Sunderland y su gente. Ahora quiero ir a visitarla y ver un partido”.
Eso sí, quien recibió una ganancia mayor por permitir el ingreso de las cámaras fue Manchester City. El equipo de Claudio Bravo acordó con Amazon Prime un pago de 10 millones de libras (US$ 12,2 millones) por mostrar la temporada 2017-2018 en la serie llamada All Or Nothing.
“Amazon Prime Video es el hogar perfecto para un proyecto innovador”, dijo al anunciar el acuerdo el director ejecutivo de los ciudadanos, Ferran Soriano, quien agregó que “ofrecerá una vista interior única y auténtica de la temporada del Manchester City”.
Pero no solo basta con un cheque en la mesa para cautivar a los hinchas y que los prefieran desde el control remoto. Otro elemento que ha permitido aumentar la audiencia es la estructura de guion con que se trabajan los capítulos, donde se dan a conocer todos los detalles, incluyendo las derrotas más dolorosas. Sucedió con Sunderland, que perdió la posibilidad de ascender y de ganar una copa en la misma temporada, lo mismo ocurrió con Maradona en Sinaloa.
“La magia del documental es que tuvieron la libertad para hacer y cubrir el día a día de Diego y el equipo. Esto hace un producto honesto, porque cuando empiezan a grabar, nadie sabía el alcance deportivo que podía tener, íbamos en último lugar de la tabla”, dijo Javier Llausás, director de marketing de Dorados de Sinaloa, en una entrevista al diario El Economista.
Algo similar ocurrió en Matchday: dentro del FC Barcelona, cuando el equipo catalán fue eliminado de la Champions League por Liverpool. “Volviendo de Anfield (el estado de Liverpool) temíamos por la serie, porque la eliminación fue algo muy doloroso. Yo sólo veía dos opciones: hacíamos la serie y lo contábamos todo, incluido Anfield, que es uno de los momentos definitivos de la temporada, o no la hacíamos. La serie incluye algo que es irrenunciable, que es el momento más doloroso, pero más potente a nivel narrativo”, comentó en la ocasión el director de la serie, Oriol Querol, trabajo con el que los futbolistas no habrían quedado muy conformes, pese a haber recibido 2,5 millones de dólares, según indicaron versiones de prensa.
Esa fuerza narrativa que logra identificación es la que atrae a los auspiciadores, quienes en algunos casos se ven beneficiados con una gran exposición. El mejor ejemplo de este negocio se ve en Maradona en Sinaloa, donde se hace mención a 45 marcas durante los 28 minutos que dura el primer capítulo.
“Además del dinero percibido, todos los patrocinadores tuvieron un beneficio económico por la exposición de marca. Son marcas que han estado todo el tiempo con nosotros, que en un momento dado te pueden decir: te apoyo con esto para determinado proyecto o una colaboración especial. También los clubes del Ascenso nos apoyaron muchísimo, porque sabían que es algo de donde todos nos beneficiamos”, comentó Llausás.
En conclusión, el fenómeno de las series y la posibilidad de ver lo que uno desea en el momento que lo quiera se está convirtiendo en un gol de media cancha para los clubes que saben sacarle partido, abriendo nuevas opciones de negocio y llegando a un número de fanáticos que van mucho más allá de la ciudad donde hacen de locales. MT