Cuando el año pasado confirmamos que el primer eléctrico de Rolls-Royce se llamaría Spectre, también te contamos que iniciaría un período de pruebas de 2,5 millones de kilómetros con los prototipos del modelo, correspondientes a unos 400 años de uso.

Y así ha sido durante todo este 2022. Tras pasar por el centro de pruebas personalizado de Arjeplog, en Suecia, a solo 55 kilómetros del Círculo Polar Ártico, donde recibió las primeras lecciones de cómo comportarse y reaccionar como un Rolls-Royce; ahora el Spectre testea sus condiciones para el uso diario por la Riviera francesa.

“La Riviera francesa y sus carreteras presentan una combinación perfecta de los tipos de condiciones que exigirán los clientes de Spectre, que van desde cornisas costeras técnicas hasta calzadas interiores más rápidas”, señala la firma británica.

En total, el Rolls-Royce Spectre recorrerá un total de 625.000 kilómetros en la Costa Azul. Una fase de pruebas que se dividirá en dos partes, comenzando en el histórico Autódromo de Miramas, ubicado en el departamento francés de Bouches-du-Rhône, en Provenza.

Este circuito, que en 1926 acogió un GP de F1, ahora es un centro de ensayos de última generación, con exigentes pruebas en distintos tipos de pistas y suelos.

La segunda parte de las pruebas en esta región, tendrá lugar en la campiña provenzal que rodea el Autódromo de Miramas. Y es que muchos de los clientes de la marca disfrutan de esta región, por lo que se espera que muchos Spectre sean conducidos por sus carreteras cuando se hagan las primeras entregas a fines de 2023.