En abril, Volkswagen celebraba un nuevo hito: haber alcanzado las seis millones de matriculaciones con el Tiguan, un SUV que se convirtió en poco más de una década en el vehículo más vendido del Grupo Volkswagen a nivel mundial. Y como tanto orgullo no podía quedarse en lo meramente declarativo, la firma de Wolfsburgo aprovechó la instancia para revelar por primera vez un teaser de una actualización que ya tenía prácticamente resuelta y que pese a no ser un cambio de generación sí atacaba a cuestiones más allá de lo estético (ver nota). Ahora, Volkswagen cumple, y lo hace estrenando cambios estéticos para el modelo de serie e integrando por primera vez un Tiguan PHEV -de motor 1.4 TSI y otro eléctrico de 113 Hp- y un afiladísimo Tiguan R, que llega para posicionarse como tope de gama y que pone sobre la mesa el probado motor 2.0 turboasistido, que esta vez entrega 320 caballos.
El Tiguan más ecológico toma prestadas las mecánicas del Golf, el Passat, el Skoda Octavia o el Seat León. Combina las fuerzas de un motor 1.4 TSI de 150 Hp y la que produce un bloque eléctrico de 113 caballos, para gestionarse mediante una caja automática de doble embrague de seis marchas. El modelo puede rodar hasta 50 km en modo completamente eléctrico, desplazándose a una máxima de 130 km/h. Además, el conductor puede elegir si es que el SUV utiliza o no el apoyo del eléctrico, en función de si se quiere generar mejores prestaciones o reducir consumos.
Aunque el modelo que concentra todas las miradas no es el Tiguan PHEV, que ya había sido anunciado previamente. El florero de la mesa es el nuevo Tiguan R, el más deportivo y pintoso del clan. Junto con el motor turbo de 2.0 litros, los ingenieros alemanes dotaron a este exclusivo modelo de una nueva tracción total 4Motion trabajada específicamente para el Tiguan y que cuenta con una gestión selectiva de torque para cada una de las cuatro ruedas. De esta manera, el Tiguan puede comportarse como un verdadero auto deportivo cuando se lo exige en curvas, ya que es capaz de traspasar toda la fuerza a una única rueda -en caso de ser necesario- para mantenerlo bien compuesto ante las fuerzas laterales. El Volkswagen Tiguan R cuenta con modos de conducción Comfort, Sport, Individual, Offroad, Snow, y Offroad individual, y desde el volante puede presionarse el botón R (de Race) para ponerlo en guardia para el manejo más exigente sobre pista.
Respecto de las motorizaciones clásicas, Volkswagen trabajó sobre los motores diésel de manera de hacerlos más ecoamigables. Lo logró con una técnica que denomina Twindosing, que se refiere a dos catalizadores que garantizan que al menos uno de ellos trabaje a temperatura óptima, lo que repercute también en un optimizado consumo, puesto que no es necesario elevar artificialmente la temperatura ni el esfuerzo del motor.
En materia estética, se trata más bien de retoques. “En la parte frontal, la nueva parrilla del radiador SUV de Volkswagen crea un enlace visual entre el Tiguan y modelos como el Touareg, de mayor tamaño, y el Atlas, vendido en América del Norte. Realmente, le confiere al nuevo Tiguan un aspecto significativamente más seguro de sí mismo”, dice Klaus Bischoff, jefe de diseño de Volkswagen. El capó tiene una apariencia más concisa, y la nueva parrilla del radiador con faros LED es más amplia, con la nueva insignia de Volkswagen posicionada en el centro del frontal. Los parachoques también han sido rediseñados. En la parte trasera, las letras “Tiguan” ocupan ahora una prominente posición central, por debajo de la insignia de VW.