En BMW se precian de ser una firma tradicionalista y poco seguidora de los cambios bruscos (alguno podrá discutir lo hecho con la Serie 1, que se pasó de plataforma tracción trasera a delantera). Sin embargo, ahora hace un mix, puesto que mantiene las líneas de la Serie 5 Gen7 estrenada en 2017 -introduciendo sutiles cambios-, pero estrena dos variantes híbridas enchufables y mecánicas diésel o bencina que en su mayoría llevan hibridación suave. El Serie 5 ha puesto en los mercados del mundo más de 600 mil unidades desde su introducción en 1972.

Los upgrades visuales

Como ha venido siendo la tónica con las renovaciones de BMW, el nuevo Serie 5 gana en tamaño de los clásicos riñones, mientras que sus faros principales ahora son más delgados. En la retaguardia, los escapes pasaron a tener forma trapezoidal y las luces también se dieron un refresco para lucir en forma de L. Las llantas varían según el modelo entre las 18″ y 20″.

En el interior, la pantalla de serie es de 10,25″, que es reemplazada por una de 12,3″ en las versiones mejor equipadas. El sistema puede actualizarse vía OTA.

Catálogo de motorizaciones

En primer término, el BMW 530e enchufable dispone de un motor térmico de 2.0 litros, cuatro cilindros y 184 caballos más un bloque eléctrico que aporta otros 109 Hp (total de 292 Hp y 420 Nm de par). Cuando utiliza solo su corazón ecoamigable, puede andar hasta 67 km a una máxima de 140 km/h. Con ambos a plena capacidad, su velocidad se estira hasta los 235 km/h. Puede ser tracción trasera o total xDrive y está gestionado por una caja automática de ocho relaciones.

Como tope de la gama de los que se conectan a la corriente, se ubica el BMW 545e xDrive. Este sedán está impulsado por el mismo motor eléctrico del 530e, pero cambia en su bloque tradicional: esta vez es un 3.0 litros de seis cilindros y 284 Hp, para una fuerza combinada de 394 caballos y de 600 Nm de torque. Recorre 57 km en modo completamente eléctrico a la misma velocidad punta del 530e. Se administra con la misma caja del modelo anterior y lleva tracción integral.

Luego se encuentran los bencinero y diésel con sistema mild-hybrid de 48V. Abre con el bloque bencinero de 2.0 litros, de 184 (520i) o 252 Hp (530i), y cierra con un 3.0 litros de 333 caballos (540i). Mientras el primero es tracción simple, el 2.0 más vigoroso puede adoptar la tracción xDrive que, a su vez, es de serie en el 3.0 litros. En los diésel, en tanto, el abanico abre con un 2.0 litros de 190 Hp (el 520d), sigue con un 3.0 litros de 286 caballos (530d) y cierra con el 540d también de 3.0 litros cilindrada, pero con 340 caballos de potencia. Los dos primeros pueden o no llevar la tracción a los dos ejes, en cambio para el diésel tope de línea este sistema es de serie.

Finalmente, como tope de toda la gama Serie 5 -y como única versión no electrificada en ningún punto- se encuentra el 550i xDrive. Monta el bloque 4.4 litros V8 de 530 caballos y 750 Nm (el mismo del SUV X6 M, recién estrenado en Chile). Acelera a los 100 km/h en 3,8 segundos, en tanto que su velocidad punta se cifra en 250 km/h (solo porque está limitado).

La oferta del nuevo BMW Serie 5 estará disponible en concesionarios europeos a partir de julio, según detalla la propia marca bávara. En el Viejo Mundo se comercializa en carrocerías sedán y Touring (o station wagon), aunque seguramente acá solo veamos la primera.