Francia, Italia, República Checa, Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovaquia son los ocho países que ya se muestran en contra de la entrada en vigencia de la norma de emisiones Euro 7, la cual endurece los límites de emisiones contaminantes de cada vehículo que incluye los óxidos de nitrógeno y el monóxido de carbono.
Esta norma en un principio se acordó que comenzaría a regir el 1 de julio de 2025 en el Viejo Continente, sin embargo, varios países han demostrado estar en contra de esto, sobre todo Italia, donde el propio ministro de Transportes Matteo Salvini señaló que la regulación Euro 7 es una propuesta incorrecta y no es útil desde el punto de vista ambiental.
La regulación Euro 7 obligaría a los fabricantes de vehículos a desviar sus inversiones en la electromovilidad hacía la actualización de sus motores de combustión interna y de paso se realizará una inversión no favorable, teniendo en consideración que estos motores se prohibirán en 2035.
En un documento realizado en conjunto de los ochos países y que fue enviado a otros miembros de la Unión Europea, señalan que “Nos oponemos a cualquier nueva regla de emisiones de escape (incluidos nuevos requisitos de prueba o nuevos límites de emisión) para automóviles y camionetas”
Si bien ahora son solo ocho países los que están en contra de esta regulación, el propio ministro de Italia afirmó que “Ahora somos una minoría de bloqueo, pero queremos convertirnos en una mayoría”.
Según detallan varios sitios internacionales, varios fabricantes verían con muy malos ojos esta propuesta ya que muchos han extendido la vida comercial de sus modelos a combustión, ejemplo de ello es SEAT con el Ibiza y el Arona, ambos recibirán un restyling en un corto plazo y su objetivo es mantenerse hasta finales de la década. Sin embargo, en caso de regir esta norma sería un nuevo dolor de cabezas para la marca española.
Otra de las marcas que también se ha visto en contra es Skoda, pues conllevaría a cerrar una de sus plantas europeas, pues los tres modelos que están basada en la plataforma MQB A0 (Fabia, Kamiq y Scala) no serían compatibles con ningún tipo de hibridación.
El propio Martin Jahn, jefe de ventas de la firma checa señaló que “Si se aprueba de esta forma, Skoda tendría que cerrar una planta, porque dejaríamos de producir los modelos más pequeños: Fabia, Scala, Kamiq, lo que significa que al menos 3.000 puestos de trabajo serían afectados”
Esta situación agrava aún más los hechos y sin dudas esta es una historia que recién comienza ya que es muy probable que varios países se unan a esta oposición de la norma Euro 7.