A partir de ahora, todos los autos eléctricos e híbridos nuevos que se vendan en Europa deberán equipar de serie y sin excepción el conocido como sistema de aviso acústico (AVAS, por siglas en inglés), cuya función es alertar de su presencia a peatones y otros usuarios vulnerables.

Tras un plazo de dos años que dio margen a los fabricantes para disponer esta tecnología en sus modelos de mecánica alternativa, hoy esta nueva normativa ya es obligatoria en el Viejo Mundo, la cual se adopta para reducir accidentes relacionados con la baja rumorosidad de este tipo de vehículos.

Según fija la ley europea, estos sistemas de alerta deberán cumplir una serie de requisitos:

- Activarse automáticamente desde el arranque hasta una velocidad de 20 km/h, además de marcha atrás, siempre que solo opere el motor eléctrico.

- El sonido deberá ser superior a los 56 decibelios (equivalente a una conversación), pero no exceder de los 75 decibelios, pues es el nivel máximo fijado para los autos equipados con motores térmicos.

- Dicho sonido deberá ser continuo y similar al de que emite un auto con motor a combustión, es decir, imitar el de un automóvil gasolina o diésel y con variaciones en función de la velocidad.

Según el Reglamento nº 138 de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), este sistema no podrá desconectarse, pues prohíbe expresamente que los conductores que apaguen temporalmente el aviso.

En el caso de los autos híbridos, el AVAS no tiene que activarse entre 0 y 20 km/h cuando el motor de combustión esté en funcionamiento. Y de igual manera tampoco debe hacer lo propio al engranar la marcha atrás en aquellos autos que previamente estuvieran dotados de un aviso sonoro específico para este fin.