Los conductores pueden tener varias razones para salir del ralentí en segunda marcha, si es que hablamos en autos de transmisión manual (ver tipos de transmisión). Quizás la primera sea demasiado corta o las condiciones del entorno requieran una aceleración más suave para evitar el patinaje.
Pero, ¿es una buena idea?
La verdad no habría que tener miedo de usarla, dice el experto automotriz Eduardo “Walo” Frías. El conductor del programa Rock & Ruedas, de Radio Futuro, explica que, efectivamente, puede tener sentido arrancar en segunda. “No es lo normal, pero sí hay circunstancias que lo permiten. Por ejemplo, cuando el auto enfrenta una pendiente en bajada desde parado, como puede ser el caso de una luz roja en un semáforo. Ahí la inercia ayuda a acelerar el vehículo y se puede salir inmediatamente en segunda”, explica.
Frías añade que en situaciones de poca tracción como sobre la arena o sobre nieve, también es recomendable arrancar en segunda. De esta manera, se trasmite un menor torque y se facilita una correcta salida.
Eso sí, el comunicador advierte que hay también casos en los que jamás se debería arrancarse de esta manera. "Lo de salir en segunda debe ser siempre en terrenos planos o en bajada. De intentarlo en una subida, lo único que vas a conseguir será quemar el embrague", apunta.
Cajas automáticas
Con transmisión automática la historia es diferente. Ya que el convertidor de torque gestiona la entrega de potencia desde el motor a la transmisión, y, por ende, hay menos necesidad de arrancar en segunda (en las cajas que lo permiten).
Frías explica que incluso algunos vehículos automáticos que cuentan con modo de conducción de invierno, se configuran por defecto para arrancar desde segunda. Así, al igual que en un auto manual, el torque se transfiere más fluidamente a las ruedas.
Así queda claro que salir en segunda no es una práctica descabellada. Lo único que recomienda “Walo” Frías, es cuidar el embrague, pues esta práctica sí genera un mayor desgaste de los componentes que interactúan en la transmisión.