Envolver la llave en papel de aluminio, podría evitar que te roben el auto
El sistema de "apertura y arranque sin llave" puede permitir a los delincuentes el robo de un auto en segundos. ¿Cómo? Pirateando la señal del llavero. A continuación, te contamos cómo funciona este método.
A principios de marzo el exfutbolista Jorge Valdivia sufrió el robo de su camioneta mientras se encontraba estacionada y sin él en el interior. Posteriormente, fue encontrada en perfectas condiciones, sin vidrios rotos ni signos de forcejeo para concretar el robo.
¿Cómo podría ser posible aquello? Pues bien, en los últimos años los autos han evolucionado tanto a nivel tecnológico, que hoy son una suerte de computadores con ruedas, abriendo así las puertas a los ciberataques y al robo de éstos de formas nunca antes vistas y con sorprendente facilidad.
El método de ataque de retransmisión (”relay attack”, en inglés), por ejemplo, es una práctica cada vez más común entre los ladrones y que es posible, precisamente, en los autos que cuentan con sistemas de entrada y arranque sin llave, o con las también llamadas llaves inteligentes.
Si bien aun quedan muchos autos que se abren, se cierran y se arrancan con una llave tradicional; hoy, entre los más avanzados, se encuentran aquellos que facilitan la vida al conductor y ya no le piden que saque la llave para nada.
Esta tecnología se denomina keyless (que se traduce como “sin llave”) y a gracias a ella es posible abrir el auto sin tener que tocar la llave: lo mismo ocurre a la hora de cerrarlo o de hacerlo partir. En algunos vehículos forma parte del equipamiento de serie, pero en otros es un extra.
Las partes del sistema ‘keyless’
El sistema keyless está compuesto por varias partes: la principal son los transmisores y receptores de corto alcance, que se encuentran tanto en la llave como en el auto (en las manillas de las puertas y en el habitáculo).
Otro de los componentes es el bloqueo de la dirección, el cual se desactiva al presionar el botón de arranque y se activa cuando se apaga el motor. Y, por último, está la unidad de control, conocida como centralita, que se encarga de coordinar el funcionamiento de todos estos elementos.
¿Y cómo funciona? Cuando la centralita detecta el transmisor de corto alcance de la llave, ordena que el vehículo se abra en el momento en el que el conductor tire o toque la puerta.
Una vez en el habitáculo, sucede lo mismo: el receptor instalado en este espacio detecta la llave y la unidad de control da luz verde al arranque del auto, después de que se haya pulsado el correspondiente botón de encendido.
Vía libre para los ladrones
El sistema keyless es una fórmula tan tecnológica como peligrosa, puesto que este avance se ha convertido en una vía de entrada para los delincuentes. Y es que éstos sólo tienen que localizar un vehículo con este sistema, ya sea esté estacionado frente a una casa o con su propietario cerca, pues significará que la llave está próxima -y emitiendo constantemente una señal, buscando el auto al que pertenece-.
¿Cómo? Se sitúan cerca del auto, con una antena para amplificar la señal y, a continuación, la envían a un receptor. Así, abren sus puertas en segundos y tienen el camino libre. Al retransmitir las señales tanto de la llave como del auto, estos dos dispositivos pueden hacer creer al vehículo que la llave está cerca. Básicamente, es piratear la señal del llavero.
Así, una vez que entran no se activarán las alarmas, y los ladrones podrán arrancar el auto y llevárselo sin más.
Antirrobos
Existen métodos que bloquean todo tipo de señales inalámbricas como, por ejemplo, las fundas Faraday que impiden a los delincuentes llevar a cabo el delito. Son, básicamente, pequeñas bolsas que protegen los campos electromagnéticos.
Otros trucos aseguran que envolviendo la llave en papel de aluminio se obtiene el mismo resultado. Y hay quienes, incluso, la guardan en el refrigerador o en el congelador. También hay opciones que pasan por desactivar el sistema de apertura y cierre sin llave o por instalar un bloqueo de dirección adicional.
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